Café del Vago

Muy feliz por que por fin pude ir a un lugar a desayunar junto con mi perrita, café del Vago es un espacio Pet Friendly! Al llegar después de haber paseado por la vía recreativa o cualquier otro día, le sirven a tu mascota un razón de agua para que se refresqué mientras tu puedes disfrutar de una deliciosa taza de café acompañando unos chilaquiles blancos con arrachera, súper recomendados! Un espacio con personal muy amables, buenos precios y con estacionamiento Para bicicletas.

El lugar perfecto para el brunch después de haber recorrida una parte de la Vía RecreActiva del domingo. Es un lugar pet friendly con una muy buena carta. Pídete los huevos benedictinos o el sándwich de waffles y claro tu que además se precian de no ofrecer refill en esta bebida por su muy buena calidad. Además disfrutarás de la vista en su bonita terraza. ¡Provechito!

Me encanta que el lugar sea petfriendly, porque como sabrán cargo para todos lados con mi Rufián entonces está increíble que no tenga que sacrificar un buen menú por salir con mi perro. Su menú es completo y tienen promociones para los que tenemos que comer fuera por cuestiones oficinescas, el café es delicioso y los postres más.

Actualizo mi reseña (antes les había puesto 3 estrellas) porque me he convertido en un cliente frecuente, porque he probado más alimentos y bebidas de su carta, también porque he tenido muchas reuniones de trabajo aquí y me parece un buen lugar para eso, para escribir y para compartir un rato informal con los amigos,
De los desayunos ya se ha escrito mucho, pruébenlos, son buenos. Ahora escribo para recomendarte la pitadilla, los smoothies y las pizzas individuales con base de pita, todo muy rico. Además el café como tal es de buena calidad, no le doy las 5 estrellas porque me parece que pueden tener una mejor oferta de postres, somos muchos los que queremos probar algo rico, dulce y memorable después de al comida y con el café.
La atención en el local es correcta, la calidad es buena, sin duda es una gran opción por la zona de Chapultepec y los domingos de Vía Recreactiva, su terraza se vuelve una de las más cotizadas de la zona entre Américas y Chapultepec, te invito a visitarlos y pasarla bien, todo se presta para esto.

Fusión perfecta entre sabores tradicionales y contemporáneos. El lonche Mama Bertha es de antología: frijolitos con manteca y chorizo con un buen de queso cotija en una telera bien doradita. En contraste los chilaquiles de la casa llevan cacahuete. Y para los dulceros, los pankakes del negro son obligados: tres muy bien servidos de chocolate con platanos naturales marinaditos y una crema dulce que parece poca. A eso hay que sumar una excelente atención, una decoración genial y que aman a las mascotas y las consienten igual que a uno.

El lugar está increíble, bien ubicado, excelente decoración de acuerdo a la zona de Chapu (Hipsterson) y el hecho de tener una amplia terraza para fumadores es un plus.
Cuenta con los tradicionales desayunos de omelettes, chilaquiles, fruta, pañales, café, jugo, etc.
Para la comida tienen excelentes opciones fijas que van de los baguettes, hamburguesas, pizzas o un menú vegetariano de ensaladas.
Existe un menú diario para Godinez, que por 65 pesos te incluyen sopa, plato fuerte, agua y postre.
El servicio es muy lento (no importando cuantas mesas haya ocupadas con comensales), así que si eliges este lugar no llegues con tanta hambre porque tus tripas se comerán una a la otra.

Lo que más me gustó fue el café latte. Sabor potente, taza grande, buena presentación.
La ubicación de este lugar es muy buena, especialmente los domingos ya que la Vía Recreactiva pasa por fuera, está sobre Av. Vallarta. Si tienes perro, puedes entrar con él a consumir. La decoración es muy peculiar.
La primera vez pedí para desayunar chilaquiles, lo desagradable fue que los frijoles están preparados con manteca y para personas como yo que no como carne roja o algunos productos de ella, las opciones se limitan. El mesero me ofreció cambiar los frijoles por otro acompañamiento, opción que elegí, aún así, varios platillos ya no los podré probar ni de chiste. Los chilaquiles son muy abundantes, tronadores.
Ya probé también el omelette vago: dos blanquillos con espinacas, tomate cherry y queso parmesano muy rico.
Para comer recomiendo: Pitadilla: pan pita horneado en casa, al grill, con quedo gouda, champiñones y espinacas salteadas. Y sopa de tomate, cremosa de tomate asado sazonado con crutones.
Los meseros son muy atentos y amables. Fui en domingo y la música me agradó bastante: Norah Jones y jazz clásico, a buen volumen apto para charlar. El internet funciona muy bien.
Todo el lugar es prácticamente una terraza, aquí no fue problema el cigarro de otros, no se concentra en la parte de adentro.
De postre probé una empanada de frutos rojos, pero no fue nada memorable, seguiré buscando el lugar con los postres perfectos.
Lo recomiendo sobre todo para los fines de semana.
La carta de comidas y bebidas es tan abundante que regresaré pronto a probar algo más. Además en Facebook he visto que ofrecen platillos especiales para comer entre semana.
Si llegas en bicicleta podrás estacionarla afuera hay mobiliario para ellas.

El café del vago se encuentra junto a la Universidad Libre de Música, incluso he llegado a creer (pero sin confirmar) que es parte de ésta.
Fui una vez para hacer una entrevista ara el trabajo, iba a entrevistar a un booker del festival Glastombury, ya imaginarán mi emoción y nerviosismo. Nervio que sólo podía calmarse con un café, así que cuando llegó el susodicho pedimos uno cada quien y sirvió de mucho.
El café de este lugar es buenísimo, me encantó y pude sobrellevar la entrevista gracias a esta deliciosa bebida que siempre es mi consuelo.
La verdad de precios no les hablo porque el café corrió a cuenta del organizador de dicha entrevista pero sí puedo decirles que además de café venden muchas cosas para comer, como baguettes y paninis y por supuesto, otras bebidas para todos los gustos.
El café está en su mayoría compuesto de una terraza muy padre, no es muy grande pero está a gusto y siempre tienen buena música, lo digo porque paso seguido por ahí y escucho algo que me gusta.

Quede de ver a Mony y a Rox en la esquina de Av. Ignacio Vallarta y Chapultepec, pero llegue media hora antes de la hora que quedamos, y como ellas muchas veces llegan tarde por andar chismeando cuando se cambian, me detuve a tomar un café y leer mi libro de los Mantras Mexicanos, en la tipo terraza está que es muy agradable, el mesero que me atendió estaba muy simpático y buen rollo, pedí capuchino de cajeta y estaba muy rico, sólo que se me hizo algo pequeño, por lo que tuve que pedir dos.
Finalmente pasaron 15 minutos pasados de la hora que quedamos y camine a la esquina, hice bien mi calculo, pues ellas llegaron a los 5 minutos y querían justamente un café, así que volvimos pues les agrado cuando les vendí la idea de venir para acá y sentarnos al aire libre …

El café del vago no apto para vagos con menos de 100 pesos en la bolsa. Pero eso sí, aptísimo para el hipster de hoy en día que gusta de llevar su perro por todas partes y que le cae bien que le den agüita (al perro) mientras él (el hipster) se toma su cerveza artesanal con sus amigos (hipsters y perros) para hablar de cine sueco, Yayoi Kusama y el último disco de Brian Eno.
«La verdad es que el lugarcito es bastante agradable, pero podría ser aún mejor si hubiera vagos de verdad…», es lo que seguramente dirá cualquier modernillo que se pare por acá.
Te va a salir caro echarte un té que igual podrías hacerte en tu casa (porque al menos el que yo me tomé era de bolsita), igual que una ensalada estilizada que va a tener un aderezo bien inusual que va a causar que cada hoja de lechuga te cueste como filetes de salmón. Pero está divertido el espacio.
La banda nunca deja de hablar, por lo que no esperes poder ponerte a leer o trabajar, es más bien pa cotorrearle (o fingir que lees, aunque no puedas concentrarte). La barra y las paredes están decoradas chido y se ofrecen cervezas artesanales nacionales e internacionales, así que seguramente te dará gusto darte una vuelta por acá si eres un vago yuppie o similares.

Me gustan muchas cosas de este lugar, pero la que más es la foto del niño chimuelo sonriendo. Me recuerda a mí cuando se me cayeron los dientes y me encantaba presumir mis hoyos también. La otra que más me gusta, es que arribita del café del vago está la escuela de música, ergo, siempre está lleno de galansísimos jóvenes que aparte de todo son músicos.
El otro día mientras me tomaba mi café, me echó ojitos un violinista (sé obvio que es violinista porque traía su violín) y yo me puse más roja que un güero en Acapulco quemado por el sol. Me lo imaginé tocándome «por una cabeza» en una noche romántica y hasta un vaso de agua tuve que pedir del! caló!
Aparte de los chicos y chicas talentosas, el café del vago tiene un amplio menú, mesas en la terraza y un buen número de cervezas artesanales para apoyar el talento mexicano.

Se acercaba el atardecer. Iba caminando con una amiga por Chapultepec y pensábamos en visitar algún lugar nuevo (al menos para nosotros) para beber algo. Paramos en este café. Siempre me había parecido muy vistoso, con sus acabados modernos y un toque orgánico en los acabados de madera del mobiliario. Mi amiga pidió un smoothie de naranja con fresa. Cuando me dio a probar, la consistencia me pareció perfecta y el sabor en el límite justo antes de juzgarlo demasiado dulce (tengo un paladar algo delicado para el azúcar).
Yo pedí un té Fuji Apple y el color estaba increíble. El sabor no tanto, pero ni una pizca de malo, es sólo que me quedé trabado un buen rato con su color. Luego no me pude aguantar las ganas y pedí una ensalada vagabunda, que tiene una porción generosa de Berenjena y además flores de jamaica fritas con azúcar. Viene acompañada de una vinagreta de jamaica, también. Me pareció demasiado dulce, así que si no te gusta empalagarte, recomiendo dejar la vinagreta de lado y sólo mezclar las flores con el resto de la ensalada. El mesero fue muy atento. Lo único malo (y gran parte de la magia se arruina por eso) es el ruido de la avenida. Si te sientas en el límite del local, estás a dos metros del tráfico. Prepárate para unos cuantos claxonazos interrumpiendo la conversación.

Este local pertenece al mismo grupo de La Nacional y El Grillo.
Es bastante hipster, pero eso me gusta mucho. Hogar, también, de una variada selección de cervezas nacionales artesanales; recomiendo la Mexicali, que es una cerveza clara. El menú es bastante reducido; pastas, sandwiches, bagels, pizzas y otros platillos mexicanos pero con un toque gourmet.
La última vez que fui, fui a cenar con unos amigos, yo pedí unas quesadillas con champiñones, que estuvieron muy buenas, junto con una Mexicali para acompañar.
El servicio es excelente, muy atentos y dispuestos a recomendarte el plato del día o una buena cerveza, si andas buscando probar cosas diferentes. Como esta en una esquina todo el frente y lateral es una terraza abierta, protegida por algunos arbustos bajos. La música es ambiental, indie y a un volumen perfecto para poder llevar una conversación y comer a gusto.
Key word: Pet Friendly!
Also good for: Desayunos y cenas, cita casual.