Tamales La Espiga

¡Que se arme la tamaliza!
Este es uno de los lugares tradicionales de Bosques y podría decir que es el más famosito para comer tamales.
Encuentras desde los clásicos (verde, rojo, mole, dulce…), hasta gourmet (salmón, bacalao…). El atole de arroz y el champurrado que preparan, son el complemento perfecto para acompañarlos.
Recuerdo que los comía desde que estaba en la primaria y siempre que paso, me encanta darme cuenta que aún conservan su esencia de negocio familiar, de esos que te atienden súper amables y se nota que lo hacen con cariño, cuando llega la cuenta pagas con mucho gusto.
Si en enero te sale el muñequito y quieres lucirte con tus comensales, te recomiendo que los compres aquí (házlo con tiempo, ya te imaginarás cómo se llenan de pedidos).

Los tamales de La Espiga fueron los pioneros en la colonia cuando se dio el boom en el sur de este maíz envuelto pero más nice, «gourmet» pues. Cuando recién se instalaron recuerdo que nadie se paraba, pues ¿comer un tamal de salmón?, ¡GUAK! Mala costumbre tenemos los mexicanos de hacerle el fuchi a las nuevas tendencias gastronómicas, razón por la cual muchos emprendedores no lanzan sus innovaciones al mercado. Pues esta familia no se dio por vencida y aunque los primeros meses fue difícil los aventados que atrevían a encajarle el diente comenzaron a correr la voz sobre «los tamales de pescado». Ahora ya más cómodos gozan de popularidad y clientela no les falta. Mis favoritos son los de pulpo y bacalao, el de champiñones también es muy bueno y los atoles ni qué decir, de guayaba, cajeta, rompope y arroz con leche espesitos y dulzones, a mi gusto muy dulces pero está bien de vez en cuando romper la línea y darse un gusto de gordo.

Cuando entré a la prepa en Bosques, la mitad de mis compañeros solía venir a esta tamalería a desayunar cuando no había alguna clase.
La verdad, es que, aunque no soy mega fan de los tamales, amé este lugar por el simple hecho es que es un poco de los pocos lugares en que he encontrado esos tamales de dulce rosita que no traen pasas, como los comía cuando era niña.
El negocio es totalmente familia y lleva 27 años haciendo sus ricos tamales, por lo que es un clásico de la zona.
La Espiga vende los clásicos tamales de dulce, verde, rojos, mole, rajas con queso (buenísimos), y son gorditos (no mega miserables como en muchos lados) y con la masa esponjocita, casi perfectos.
Como buena tamalería, vende los clásicos atoles, y también acepta pedidos; y el gran bonus es que abre todos los días de 6:30 am a 10 pm.
Teléfono:
5796 8774

Tamales y Atole «La Espiga»
Siempre me han gustado los tamales, desde que era niña me encantaban los de dulce esos que traen pasitas y los de rajas, realmente disfruto mucho de un buen champurrado y aunque no en todos lados lo hacen muy bueno, en este lugar tiene esa ventaja, es lo bastante espeso y no tan desabrido.
El atole de cajeta es muy rico también. A pesar de que los sabores tradicionales en los tamales son los más vendidos y pedidos ofrecen nuevas tendencias en cuanto a ingredientes., se trata de tamales rellenos de bacalao y salmón, algo un poco bizarro pero al parecer ha tenido buenos resultados.
Aunque soy de las que piensa que toda idea por más bizarra que parezca debe plasmarse, sin duda en este aspecto prefiero quedarme con lo tradicional, ya que no me agrada mucho el bacalao, pero en general recomiendo que los prueben, quizá superen las expectativas de muchos y deseen regresar por más.