Pollo Feliz

Muy buenos pollos estilo Sinaloa, hermanos de los que están sobre Carrillo Puerto cerca del Metro Colegio Militar

El pollito feliz es el MUST de Aragón, quien no ha comido ahí es porque debe comer pollos grasientos callejeros… Sus pollos son una exquisitez, macerados días antes en ese adobo riquísimo que por cierto es «receta familiar secreta», elaborada, según sus cocineros, desde hace más de tres generaciones, con especias, chile y jitomates asados, todo generosamente machacado para embarrar al emplumado y brindarle reposo absoluto. Tal como se lo recetó el chef.
Sus cocción se lleva a cabo en asadores que están a la vista de todos o para un toque Gourmet lo meten a un horno de barro lo que hace que su carne sea más tierna y digerible, por aquello de quienes no gustan de la carne un poco más dura que emerge del asador.
Me encanta el Gourmet pero soy más clásica, así que con un pollito para los 5 integrantes de la familia está de lujo, obvio trae su arrocito, tortillas, nopales y cebollas asados, y por supuesto las infaltables salsas roja y verde.

Cuando vayas sobre Av. Central y de repente te de hambre, tienes que visitar al Pollo feliz.
Está muy bien ubicado y lo reconocerás fácilmente, si no es por el pollo buena onda de la entrada, seguro será por el olor súper rico que se puede percibir metros antes de llegar.
Aquí venden pollos al carbón estilo Sinaloa, tienen un sazón exquisito y es una gran opción para ir con varios y compartir.
Lo único que no me encanta es que por ser un lugar muy pequeñín, cuando terminas de comer como que se te impregna un poco el olor a carbón, pero bueno, igual puedes pedirlo para llevar y te lo comes más a gusto en casa. De hecho, muchos aplican esa y no tanto por el olor, sino por el espacio, tienen mesas pero en ocasiones hay tanta gente (sobre todo fines de semana por ahí de las 3 o 4pm) y si quieres comértelo ahí, tienes que esperar hasta que alguno de los clientes se vaya.

Cuando recién entró la cadena de «Pollo Feliz» creo que era muy bueno, te vendían un pollo de tamaño mediano a un buen costo, además de complementos como tortillas hechas a mano, chiles asados y todos los totopos que entraran en tu bolsa de plástico.
La última vez que fui temo que me decepcioné un poco, los pollos son demasiado pequeños y más costosos, además ya no te puedes servir los totopos que quieras, ahora sólo te dan una bolsa mediana para que lleves a casa.
Lo bueno del «Pollo Feliz» sigue siendo su sabor, debo confesar que son deliciosos, ese particular sabor que le da el carbón no lo cambio por nada (como dice el comercial)

Frío, tranquilo, solitario, piso sin loseta ni azulejo, mesas de Coca-​cola, amplio y rico es algo que caracteriza el Pollo Feliz. Una sucursal que se encuentra sobre Avenida Central esquina Bosques de Asia. Dicho restaurante ofrece pollos al carbón estilo Sinaloa, una delicia que deben probar sin duda alguna acompañado de una rica agua fresca de sabor o un refresquito.
No es un lugar que suela visitar con frecuencia pero sí es uno de los pocos lugares en los que como cosas «al carbón» ya que no soy muy fanático de eso. El Pollo Feliz puedes encontrarlo lleno regularmente los fines de semana, entres semana todo es muy rápido y la atención es mejor.
Cuenta con un muy amplio estacionamiento o si no de todas maneras el sitio en el que se encuentra ubicado está muy tranquilo para estacionar tu auto, en caso de que lleves, claro.