Parque Soria

En verdad es super padre y relajante caminar por este parque, mientras admiras las artesanías y comes un helado. Lo mas bonito de todo es ver a los Voladores. Y subir a la iglesia del cerrito. También puedes entrar a las pirámides y tomar un recorrido para conocer un poco mas de su historia

Es uno de los parques más tranquilos a mi consideración, a pesar de la gran cantidad de personas que suelen venir, puesto que se encuentra cerca de la Pirámide.
Cuenta con varias bancas para que puedas sentarte y descansar un rato, en el centro del mismo hay varios puestos de papas, helados y comida etc. También venden artesanías y algunos recuerdos de la Pirámide.
Si estas en una de las bancas, veras que regularmente hay unas señoras con canastos o cubetas que venden pepitas, cacahuetes y seguramente se te acercará más de una señora para ofrecerte lo que vende. También rentan coches para que los pequeños manejen un rato y se sientan todos unos adultos.
Por otra parte hay fuentes de piso, regularmente los niños suelen jugar con sus amigos y terminan todos mojados, así que si vas caminando cerca de allí y tienes amigos que les gusta hacer travesuras, ten cuidado o terminarás toda mojada.

Quizá solo la mayor parte de los locatarios sean quiénes conocen cómo es que se llama este parque, pues a pesar de que se encuentra en una de las zonas con más tránsito de turistas, siempre pasa desapercibido y solo se le hace alusión como «el parque que está frente a la Pirámide de Cholula».
El Parque Soria no es de los más suntuosos que pueda haber en cholula, pero tiene una hermosa vista hacia la pirámide y eso es un plus y más cuando se está ahí en la puesta de sol. De entre los atractivos del parque, podemos ver las fuentes que están al nivel del suelo y donde cada fin de semana está repleto de niños que juegan en el agua, además también podemos notar que justo en el centro hay un poste que sirve de base para los «voladores de papantla», que llegan aquí para presentar su increíble espectáculo, que obviamente no tiene costo y solo se limita a una cooperación voluntaria.
Entre semana es un lugar muy tranquilo. Se presta demasiado para una plática, pero si tienes antojo de un tepache, una nieve o una papas fritas, en las orillas del parque puedes encontrar puestos que los venden.
Por cierto, en ocasiones anda un señor ya grande que vende pay helado de queso con limón, cuesta $ 10.00 y sabe bastante bien.