Amo mi lavadora automática, soy un experto utilizándola(¿como si fuera tan difícil verdad?). La verdad me ahorra un buen de trabajo, recuerdo cuando solía lavar mi ropa en el lavadero, al viejo estilo, pobre de mi espalda, y de mis prendas. Pero los tiempos cambiaron, ahora los aparatos hacen el trabajo rudo, sin embargo, hay días en los que no me alcanza el tiempo para estar vigilando la lavadora, los ciclos, tender la ropa, etcétera. Y es ahí cuando recurro al servicio de lavandería, cerca de mi casa está «Lavacun», es una lavandería súper sencilla, pero hacen muy bien su trabajo, me gusta que no me entregan mi ropa toda decolorada y además viene con un rico aroma. Cobran a $ 12 pesos el kilo y una leyenda en el interior de su local, reza la siguiente sentencia: «después de 30 días no nos hacemos responsables de sus prendas». No se sorprenda si se las ve puestas a alguien(bueno, esto último ya fue de mi cosecha). «Lavacun» gracias por lavarme mi ropa, si te sigues ganando mi confianza, algún día te llevaré mis calzones(como si fuera un premio ¿verdad… tal vez eso sea lo que traigan: premio).