La Fonda del Zancudo

Todo es riquísimo, pero deberían ampliar el menú… Súper recomendado! Comida de excelente calidad y ambiente delicioso. Precios $$$

Recibí dos amigos de visita y querían cenar en un buen restaurante, para lo cual consulté con otro amigo y me recomendó ampliamente La Fonda del Zancudo.
El sitio está bien ubicado y hay lugar para estacionarse en las calles aledañas. La decoración está bastante bien lograda por lo que desde el inicio te da una buena impresión en cuanto a la experiencia de ir a cenar ahí.
El servicio, en el momento que llegamos a pesar de que no tenían mesa disponible la host nos recibió y nos pasó adentro además de colocarnos unas sillas en lo que esperábamos por lo cual se nos hizo muy buen gesto. Al tomar la orden la mesera fue muy agradable, descriptiva, sincera y nos hizo varias recomendaciones.
Ordenamos 4 platillos y decidimos compartir para conocer el sabor de todos, unas cáscaras de papa, una ensalada la fonda, unos ravioles y una pizzeta. Mis amigos y yo la verdad quedamos bastante sorprendidos con el sabor de las papas, la ensalada y especialmente los ravioles. La pizzeta estaba algo simple pero se podía aderezar y quedaba muy bien.
Por lo que recomiendo ampliamente este restaurante cuando quieras una cena romántica o para pasar un rato muy agradable con amigos.
Ah! y tenía muy buena música, escuche varias de mis favoritas de Radiohead.

Me encanta la decoración, de verdad es hermosa, se ve que cuidaron cada detalle para un ambiente especial y único que convierte la cena en toda una experiencia.
La fonda del zancudo es parte de la familia de restaurantes de Pescado ciego y el Tigre y el toro, así que cuando visite este lugar por primera vez iba con expectativas muy altas.
El lugar no me defraudo, debo confesar que el servicio no es el mejor creo que se debe a que es un lugar nuevo y siempre hay mucha gente, ese seria el único detalle negativo que le encontraría sin embargo mi experiencia no fue mala y sin duda regresaría.
Una de los aspectos que más aplaudo de este lugar (del pescado ciego y del tigre y el todo) aparte del sabor y la decoración, es que ayudan a causas sociales, me encanta su proyecto de «huellas de pan», en el cual se dona un porcentaje del consumo a niños y niñas de Cancún para que su alimentación sea mejor.
Sin duda es un restaurante que recomiendo ampliamente.
Recomendación:
Medallón de res.

No bueno la Fonda del Zancudo, otro éxito definitivamente de los dueños de dos de los restaurantes de mi preferencia, El Tigre y el Toro y el Pescado Ciego, así que la experiencia los respalda.
Hace unos meses escuché decir que abrirían un nuevo restaurante con excelente concepto no sabía aún cual hasta hace no mucho por fin me decidí a ir, increíble yo que soy fanática de la decoración alternativa bueno esta me dejó con un buen sabor de boca; el estilo rustico pero hogareño, alternativo pero bien pensado, me atrapó la comida es excelente, su cocina es de especialidad internacional. Es súper importante que reserves puede realizarlo por Inbox en Facebook o bien vía telefónica.
Es especial para cenas solamente y me encanta porque es también solo para adultos, tienes la privacidad de cenar con tu pareja o amigos se presta mucho por ese estilo romántico y artístico del lugar.

Restaurante 100% para adultos «nocturnos» .
Comenzare diciendo que su horario no favorece en lo absoluto a las personas diurnas; me cuento entre ellas.
Lo que estas buscando es un restaurante románticon estas en el lugar correcto. Cenaras comida“italiana” bajo las velas en una casona en ruinas «chic» con un amplio patio de fondo. El lugar le hace honor a su nombre;ya que efectivamente abundan los zancudos hehe. La cocina es italiana“fusión” nada espectacular «debo remarcar». Y si bien no es para nada caro tomando en cuenta al target que busca llegar si debo decir que sus platillos carecen de creatividad y estilo; sin mencionar las raciones medio raquíticas comparadas con el nombre.
El lugar esta cundido de información sobre su menú; tres pizarras situadas de manera estratégica invitándote a pedir la sugerencia del chef «sales mareado» parece que pusieron algún mesero de castigo a escribir planas por doquier de la sugerencia de la noche. luego esta el menú que te ponen en la mesa“poco atractivo” debo decir. Con nombres de platillos muy chic pero poco apetecibles. Yo pedí una empanada de queso roquefort y tomate deshidratado“sugerencia del chef” buena «si» pero nada espectacular; mi marido había ordenado una crema de lentejas criollas orgánicas con jamón serrano como crotones no tan buena como esperaba aunque sus presentaciones eran buenas el sabor era mmm soso por decirlo así.
Quizás lo rescatable de la cena fue el brownie de Play de queso con una bola de helado de vainilla“bastante rico” y el strudel «casero» de manzana con helado de vainilla.
En las sugerencias de los vinos se encontraba el Vino Ekun 100% orgánico que no estaba mal.
El personal esta poco capacitado para dar un buen servicio así que no esperes más de un servicio mediocre.
Como nota podría decir que si vas sin reservación «prepárate para ser el hombre invisible» ya que sin importar la cantidad de mesas vacías que haya en el lugar no te atenderán de la misma manera que si haces reservación.
La Fonda del Zancudo se destaca por la decoración a cargo de Carla Amaya de Nature «reciclado chic» .
Aunque la Fonda es única cabe mencionar que es la hermanita menor de los restaurantes el tigre y el toro y del pescado ciego y al igual que ellos llevan ese toque de poca iluminación que caracteriza a los restaurantes «Regil Clark» por así decirlo.
La fonda del Zancudo es para ir una sola vez por experimentar y conocer pero jamás para volver.

Lo malo de tener altas expectativas es que cuando éstas se rompen, sólo hay una frase que las identifica: «tómala barbón».
Pues esto fue lo que pasó en la Fonda del Zancudo. Lamentablemente no puedo relatar sus sabores, sino su mal mal mal servicio.
Desde que pusimos un pié dentro del lugar nadie nos atendió, en los demás restaurantes a los que hemos asistido en cuanto te ven te atienden, te llevan a tu lugar, te dan la carta, etc. Pues aquí no, pareciera autoservicio.
Pasados unos 10 minutos, seguíamos sin ser atendidos, es más ni la carta nos llevaron. (Ni en el Sanborns!!! me pasa, y eso es ya mucho decir.)
Con hambre vimos con detenimiento los dos panfletos que estaban en la mesa y finalmente nos paramos y nos fuimos.
Todo un desperdicio de experiencia, ya que el lugar es muy bonito, desde afuera se ve impactante con sus candeleros y la luz tenue de algunas velas.
En el fondo tienen un patio Zen amplio que invita a una cena romántica, lástima que nunca la tuve.
Ojalá tengan más suerte que yo y me cuenten que tal están sus pastas.
Eso sí, del estacionamiento, afuera del local te puedes estacionar, lo malo es que está ocupado por dos o tres carros, por lo que tendrán que buscarle en la calle lateral o unas casas antes.
Ojo, el lugar sólo abre por las tarde-​noches

Conocí este establecimiento porque en el se realizó la fiesta de mi pareja. El lugar a simple vista no permite ver el potencial que tiene. Esta basado en un concepto familiar, tiene pocos metros cuadrados de construcción, poco espacio techado, de hecho esta techado con lamina transparente y es ese detalle lo que lo hace bastante recomendable.
Definiría a «la fonda del zancudo», como un lugar para estar relax con amigos/​as, disfrutando de una pizza o una deliciosa empanada de cinco quesos, o de la ensalada Sánchez, mientras tomas un vino o la bebida de tu preferencia, escuchando música suave, atendido por gente que en todo momento esta al pendiente de hacer de tu visita una grata experiencia.
Como consejo, si eres de los que gustan de espacios abiertos, te recomiendo que después de cenar, vayas al jardín y hagas sobremesa ahí mientras tomas alguna bebida o por que no, sigues disfrutando de algún platillo de su tan sabrosa cocina.

De las pocas malas experiencias que he tenido en cuanto a servicio en Cancún. El lugar está muy bonito, tienen un patio amplio, y como se especializan en cenas, está adornado con velas y lámparas, por lo que desde la calle es muy llamativo.
Siempre que paso, desde la calle se ven lleno, por lo que pensé, bueno, si tanta gente viene aquí debe ser por algo, así que quise conocerlo.
Pero me quedé con las ganas de probar la comida. Cuando llegué, no hubo nadie que nos recibiera o acompañara a la mesa. El lugar estaba vacío, sólo en la zona de la barra había unos dos o tres empleados y otra persona, un chavo que no hablaba español y que asumo era un cliente.
Yo escogí entonces mi mesa, una de las pocas que no estaba reservada. El menú ya estaba en la mesa, así que tampoco hubo nadie que lo llevara. Tras revisarlo un rato y al ver que nadie, de verdad nadie se acercó a nuestra mesa para tomar la orden, decidí irme. Creo que a nadie le gusta que lo ignoren y menos en un restaurante.
Sólo cuando ya nos estábamos parando de la mesa se acercó una mesera casi corriendo, y diciendo ¡buenas noches!, pero sus palabras «mágicas» obviamente no hicieron que nos volviéramos a sentar.
Supongo que esto no pasa siempre, creo que andaban lentos porque era temprano y no había gente, pero ¿no se supone que al haber menos gente pueden dedicarle un poco más del tiempo al cliente?
Todavía no sé si darle una segunda oportunidad para no quedarme con ganas de probar la comida.