Si te encuentras un fin de semana en cadereyta recomiendo que visites este lugar. Aquí encontrarás mil y un deliciosuras, absolutamente todo esta rico. Mi sobrinita de dos años ya reconoce la fachada del lugar y tan solo verlo la emociona pues le encantan los taquitos con guacamole. La limonada que ofrecen es la más rica y fresca. Esta suficientemente grande para pedir solo una y cuenta con una nieve de limón, así que sentirás que es infinita. Mollejitas, un corte de carne, el queso flameado ¡Las gorditas! Uff. No puedo ni decidirme en que reseñar, pero algo es claro, pidas lo que pidas te va a gustar. Pero en verdad no se vayan de este lugar sin pedir sus únicas, calientitas y deliciosas gorditas de maíz, pongas lo que le pongas(guacamole, quesito, frijolitos con veneno o limón y sal) te fascinarán.
Mariana D.
Place rating: 4 Monterrey, México
La Enramada es un restaurante que se encuentra aproximadamente a 40 minutos de Monterrey(se encuentra en Cadereyta). Es muy económico y su calidad en la cocina es buenísima. Además cuenta con espacios para despedidas, baby showers, fiestas. Por más simple que se escuche, me encanta pedir la limonada en agua mineral. Viene servida en una copa enorme con una bola de nieve. Antes se batallaba mucho con el estacionamiento pero ahora debido a su gran popularidad y clientela, el servicio de valet parking llegó. Mi mamá nació en Cadereyta y cuando vamos a visitar a mis abuelos, comer en la Enramada nunca falla.
Andrea M.
Place rating: 4 Monterrey, México
En Cadereyta –lo que ahora es parte del área metropolitana de Monterrey-, ha existido por casi 30 años un restaurante que se ha distinguido por atraer a comensales de todos puntos de la ciudad. Muchos llegaron fortuitamente, buscando un lugar para comer después de una corrida de toros, otros por recomendación, seguramente, de los aficionados a la tauromaquia. Siendo Jimenence siempre me sorprendió que mis amigos de otras partes de Monterrey conocieran ese restaurante que, aunque sea el más conocido de la localidad, sigue siendo un negocio familiar. Pero no hay que dejarse engañar por el poco glamour del pueblo, ni por el ingenuo y casi pretencioso estilo del lugar. El menú es clásico y modesto, sin las innovaciones y el estilo fusión de los lugares hip de San Pedro, pero la cocina es digna de cualquier restaurante de moda. Una de las más gratas sorpresas es la ensalada César. Uno podría pensar que una elección tan básica no supondría mayor comentario, pero encontrar una César bien hecha puede ser toda una proeza para quien sabe lo que la ensalada debe ser. El aderezo es perfecto; auténtico y hecho en su cocina, y sobretodo, no escatiman en usar parmesano genuino. La clave del lugar es que utilizan ingredientes de calidad y, que sin mayor pretensión de experimentar, saben exactamente cómo preparar cada uno de ellos. Sin duda, con cualquier platillo que uno elija se llevará la satisfacción de estar comiendo rico, pero irse sin probar las excelentes parrilladas, –especialidad del lugar-, sería un error lamentable.