Jamás me había enamorado de una cosa, así como lo hice con esta peletería. Aquel sábado mientras caminaba por el centro de Atlixco, hacía un calorón de aquellos, pasaba por una y otra tienda y la verdad no se me antojaba el agua simple, sabía que había varias peleterías por ahí pero Peletería Chely fue la que atrajo mis ojitos hacia ella. Para empezar, las dos chicas que atendían el lugar eran sumamente amables, inspiraban muy buena vibra al entrar. Veía y veía helados, paletas y aguas, de verdad se me antojaba todo pero no podía elegir, mi sed era más que el antojo de cualquier otra cosa. Total, decidí tomar un agua de horchata, la cual tenía un sabor i-ni-gua-la-ble, ¡estaba muy deliciosa! Mi agua era de un litro, en fin, ¿se imaginan cuál fue la mejor parte? La mejor parte fue cuando decidí pagar, ¡$ 12 pesos! Sí, la verdad ni yo me la creía, pagar doce pesos por un agua muy deliciosa valió la pena, mucho.