La Carnicería Ramos es uno de esos lugares de tradición en donde todos se sienten como en casa a pesar de que, en este caso es algo muy distinto, una carnicería. El trato siempre es muy amable y por lo general acostumbran regalarte un poco de producto a manera de «probadita» para que conozcas algo diferente que, aunque no fuese la razón por la que los visitaste, puedas recordar y comprarlo en otra ocasión. Ojo: Como todo lugar de tradición y en el que los productos son, ya demostrado por vasta experiencia, de la mejor calidad de vez en cuando está un poco lleno. Como datos específicos cualquiera de sus sucursales se llena los fines de semana por la mañana(más el domingo), así que si fuiste por los chicharrones para la comida del mediodía procura llevar algo que leer; por lo mismo el estacionamiento puede ser un problema así que si puedes ir con alguien que se encargue del auto mejor aún.