Si visitas la ciudad de Como, tienes que hacer una parada obligada en esta cafetería. Situada justo enfrente de la estación de tren, a unos 250 metros de la orilla del lago, en principio puede que te pase desapercibida, pero los cannolis que podrás probar dentro no te resultarán en absoluto indiferentes. A pesar de que me habían hablado mucho de ellos, nunca había tenido ocasión de probar un cannoli y en mi caso resultó un gran descubrimiento. Con un tamaño a camino entre el canelón de pasta y el burrito mexicano, este postre consiste en una masa rellena de queso ricotta que, en mi caso, estaba hecho de leche de cabra. Según me comentaron, los extremos que quedan descubiertos pueden acompañarse de pepitas de chocolate o pistacho, así que un servidor decidió probar la combinación y sin duda supuso un gran acierto.