Este es uno de los mejores lugares de Santiago –según yo– para ir a escuchar jazz y beberse unos tragos ricos. Como soy una amante del jazz y el blues, Thelonious –bautizado así en honor al jazzista norteamericano Thelonious Monk– se ha transformado en un nicho imprescindible, al que me fascina ir, porque disfrutas de verdadera música en vivo en un entorno agradable, con un buen espacio y un ambiente social muy acogedor. Y como el jazz es el combustible que hace de este restaurant un lugar mágico, no pueden faltar los buenos tragos y una carta bastante surtida, pero de la que no puedo hablar mucho porque yo aquí solo vengo a beber. Los precios son también bastante moderados para ofrecer shows tan buenos, lo que es de agradecer. En Thelonious han tocado artistas de renombre, pero me gusta mucho más cuando la cartelera es desconocida, ya que estas suelen darme grandes sorpresas. Eso sí: en invierno, si van, lleven un buen abrigo, porque al tratarse de un local recreado dentro de una vieja casona, suele hacer bastante frío. Otro de sus puntos fuertes el el público que suele asistir: todos escuchan en silencio a los intérpretes, cada cual sumido en la magia de la música. Y para rematar la torta, también hay una biblioteca con libros de poesía, para los amantes de la literatura como yo. Eso sí: para ir, debes pagar entrada. Estas suelen variar entre los $ 2.000 y $ 3.000 pesos.