A esta sucursal de Tavelli vengo de vez en cuando con las mujeres de mi familia. Somos tres hermanas y, a veces, cuando mi mamá nos pilla a todas cerca nos juntamos en este lugar. El local es bastante grande, pero cuando encontramos lugar en la terraza preferimos sentarnos ahí, cuando el tiempo está bueno obvio. Dentro de las cosas que he probado me quedo con mi adorado ave palta, el café helado, con la limonada y el Sándwich de Salmón Rúcula(ese sándwich me encantó la primera vez que lo probé). Sólo una vez he pedido milkshake y no lo haría de nuevo, al menos que alguien me asegure que estará rico. La carta de cafés es bastante tradicional, a excepción de una que otra opción interesante que aún tengo que probar. Casi siempre me voy a la segura con un cortado o capuccino italiano.