El satira, es un bar bastante auténtico, familiar, con mucha onda y ambiente, atendido por sus dueños. Está enfocado en un público más bien adulto, ellos mismos proclaman que sus clientes idealmente deben ser mayores de treinta, lo cual a mi parecer es ideal, ya que hace que este lugar sea muy distinto a los típicos bares, y sea un lugar de encuentro con una onda distinta de partida. Ofrecen una amplia variedad de tragos y comida, donde destacan las pizzas, el sushi y el cebiche. El lugar es muy lindo, con un concepto único, bastante divertido y nostálgico. Las paredes son verdaderas estanterías de bibliotecas, llenas de libros de todos los tamaños y colores. La música se transforma en la guinda de la torta para la vibra de este bar. Se los recomiendo 100%.