Cada viernes, mi padre compraba este pollo para compartir con la familia y para comenzar de buena forma el fin de semana. Más de 15 años seguimos con la tradición y el producto es siempre igual, te podría confirmar que nunca he encontrado un pollo tan sabroso y de la calidad que este tiene. Esta empresa familiar tiene más de 25 años en el mercado y ha logrado satisfacer de forma asertiva a las familias del sector. Además, su precio es moderado y puede ser para llevar o servir dentro del establecimiento. Su principal menú son los pollos y papas fritas, donde los valores varían según la porción. Actualmente, el lugar ha logrado iniciar dos sucursales en la comuna con la misma masividad que el paradero 22 y ½ de Gran Avenida, podría reafirmar que la tradición de comer pollos como lo hacemos en mi familia, se realiza en otras familias de la comuna. Como un signo de fidelidad y compromiso, y aún más allá, como un pacto familiar. ¡Elije la tradición!