Este negocio tiene su historia. Partió como un carrito que recorría las calles del sector vendiendo fruta y verdura, luego, el dueño se instaló en uno de los pasajes por detrás del Apumanque, pero sin un local propio. Se asoció con otros vendedores del sector y no funcionó, hasta que este caballero murió y fue su hija quien logró instalarse con su propio local en este mismo sector. El local se llama Marisel y tiene la particularidad de que expandió el negocio y ya no vende sólo fruta y verdura. Sino que también encontramos artículos de temporada y ahora en invierno venden unas pantuflas, bufandas, guantes, calcetines y todo tipo de cosas para pasar el invierno abrigados. Además, vende sopaipillas a las que se les puede echar ají. El otro díà la vendedora me miró con cara de horror por la cantidad de ají que le puse, pero el que tienen ahí no es tan picante. Pero esto no es todo, esta niña vende papayas, miel y también hace sus propias mermeladas: podemos encontrar de frutilla, durazno y rosa mosqueta, entre otros sabores. La fruta que llega acá es bastante buena, siempre bien madura y seleccionada. El otro día pasé y tenían una zanahorias enormes, eso sí, el peor día para ir en general son lo lunes porque no están tan abastecidos.