La Botica Salcobrand

Esta farmacia a pesar de ser de una cadena grande, tiene todo un encanto especial, porque además de vender remedios funciona como un lindo museo.
Desde la entrada se puede notar el paso de los años, ingresar ahí es como pasar un umbral de tiempo, los muebles, la madera color caoba, la luminaria, existen afiches de los productos de antaño, en un costado hay una balanza, en resumen es toda una belleza, a mi me trae recuerdos de mi abuelita, pero lo mas probable es que existan muchos niños que no conozcan como era las farmacias antes, por lo que es un súper buen lugar para enseñarle el mundo de sus bisabuelos.

Me carga recomendar grandes tiendas o cadenas comerciales, y para qué decir sobre farmacias coludidas, pero en este caso haré una excepción, y no porque me guste tanto, sino, por lo distinta que es la sucursal de Salcobrand más conocida como La Botica.
Esta farmacia no se diferencia en los precios ni en los productos, pero sí en su infraestructura y decoración, ya que pareciera como si estuviera ahí desde los años 30′, sus muebles de madera oscuro, jarrones metálicos, balanzas y estanterías dignas de estar en un local de antigüedades en el persa Bio Bio.
Varias veces he pasado a comprar ahí, y si bien me fijaba en la ambientación no hacía lo mismo con la atención del farmacéutico, hasta hace unos días que necesitaba que me activarán unos descuentos que tengo, y ahí comencé a observar a los tres trabajadores que se encontraban, todos ellos bastante atentos con los clientes, pero con ese toque de antigüedad que la botica necesita.

Una botica como donde compraba tu abuelita, con un decorado antiguo, en medio de uno de los cruces mas emblemáticos del centro de Santiago, entre paseos y comercios se encuentra esta botica de antaño.
La Botica Salcobrand mantiene en este local su tradición de buenos precios pero con un toque especial ya que no a sido modificada durante el pasar de los años, al entrar regresas al pasado, acá no existe nada que agregue un toque de modernidad mas que los números digitales de su caja registradora.
Tienen artículos antiguos y productos que ya no existen en vitrinas, ademas una balanza tan antigua como la mentira de «mañana empiezo la dieta» en donde puedes medir tu peso sin necesidad de monedas.
La atención? de la mejor y con muchísimos productos en oferta, una sucursal que no solo debes visitar por culpa de un resfrío.

When I first came to Santiago, I was astonished by the sheer amount of pharmacies (seriously, on average, I think there must be one on every corner). While all of them look more or less the same, this big name pharmacy has made one of their many stores quite unique.
Inside La Botica, you can find memorabilia from some of the fist pharmacies in Santiago. The architecture is beautiful, with tall ceilings and dark wooden fixtures you feel like you have been transported back in time. Although they sell the same things in any one of their other pharmacies, the experience when buying here is just a bit more special, more like you are buying from an individual as opposed to a large corporation.
Definitely worth coming here the next time you are in downtown and need some aspirin.