Feria Chilena del Libro

Esta librería es una de las más conocidas de Santiago, debido a la variedad y antigüedad. Este es un local inmenso e iluminado. Siempre paso a ver si es que hay algún libro de mi interés en liquidación.
La atención es súper buena, ya me ha pasado un par de veces es que el libro que necesito no esta en el local de Santiago (estaba en Viña del Mar) me lo trajeron en una semana, sin ningún problema.
Si te gustan los libros infantiles vintage, de repente traen unas ediciones hermosas de la editorial argentina Sigmar a muy buen precio.

Definitivamente este lugar se ha convertido en el paraíso soñado para muchos amantes de la lectura, y todo lo que hay acá debiera ser leído. Con un imponente local ubicado en el centro de Santiago, la Feria Chilena del Libro abrió la sucursal más grande del país hace un par de meses, y verdaderamente es una gran biblioteca, en la que encontrarás textos de casi todos los temas, aunque igual no encontré un libro de Benedetti que andaba buscando.
Los libros se encuentran separados por secciones, ya sea ciencia ficción, arte, historia, literatura latinoamericana entre muchas más. También podrás encontrar libros para niños y de distintas áreas como cocina, política, arquitectura, moda y música.
Los chicos que trabajan ahí son muy jóvenes, pero saben mucho, te explican las corrientes literarias de los autores o te recomiendan libros de acuerdo a lo que estés buscando.
Esta sucursal de la Feria Chilena del Libro no es para entrar y salir, si no que es para llegar, buscar, tomar asiento en alguna de las bancas y leer, y si te gusta, lo compras. Mientras realizas todo este proceso estarás acompañada por la música del piano, en vivo, ya que un pianista que se ubica en la entrada otorga todo el ambiente mágico que uno necesita al leer.

La nueva e impresionante sucursal de Feria Chilena del Libro está considerada como la librería más grande de Chile. «Madre mía» pensé: «esto tengo que comprobarlo por mí misma»
Lo primero que me dejó un poquitín boquiabierta es el pianista que te encuentras al cruzar las puertas. Tal como lo leen: en esta enorme librería hay un pianista, ni más ni menos. Y de más está decir que la música que este buen señor reproduce te impulsa a quedarte muchísimo rato hojeando y mirando.
Es que aquí podrás encontrar prácticamente de todo. Hay estancias donde puedes sentarte a leer y cada sección tiene su respectivo género literario. Por lo demás, hay muchos vendedores dispuestos a resolver tus dudas o mostrarte el libro que andas buscando, la mayoría de estos con excelente voluntad.
Sin duda que he quedado gratamente sorprendida con esta tienda. Es simplemente fabulosa. Y el pianista le da un toque único que me pilló totalmente por sorpresa. Muy, muy recomendable. E imprescindible para los amantes de las letras.