Don Egon, está ubicado con su kiosko en un lugar estratégico: La esquina suroriente de San Antonio con Monjitas. Yo cuando pasé por primera vez por ahi el 2011, aluciné: me encanta que la gente haga cosas no-obvias. Aburrido de los preguntones pero sobre todo de los descorteses que se sentían con el derecho de preguntar por todo y exigir respuestas, decidió hacer periódicamente un manual del preguntón, dónde no solo indica las principales respuestas a preguntas diarias, sino también su análisis de la coyuntura nacional, internacional, etc. Notable es también que se dé el trabajo de darle una vuelta a el típico«No es informaciones», para crear un ambiente súper lúdico, donde al menos, uno pega una carcajada. Yo volví a pasar hace un par de días y no pude dejar de ponerme a conversar con él, reirme a carcajadas y sacarle fotos, recordando las que le saqué hace 3 años atrás. ¡Grande don Egon!