Café Lucca

Este café es de esos lugares por los que tal vez has pasado cien veces y nunca has entrado. Es que su fachada y su letrero hacen que el local pase muy piola en un entorno lleno de estímulos.
Pero a no equivocarse. Este café es un gran secreto. En primer lugar, no hay que engañarse con su fachada, el local en realidad es grande y con un ambiente muy estiloso, de vigas y ladrillo al aire.
Para mi, merece una mención especial el piso de arriba que es ideal para utilizarlo en almuerzos de cumpleaños, para charlas o capacitaciones (cuentan con telón para proyectar, por ejemplo)
En cuanto a la comida, no tengo mucho que decir, sólo he probado los muffins y los tés y estaban súper bien. Mi meta es la próxima vez probar alguna de las tortas maravillosas que tienen en sus vitrinas, que me cerraron el ojo todo el rato.
Una cosa que sería buenísima, sería que el local estuviera abierto hasta más tarde (cierra a las 20.00) ya que con lo lindo que es, sería delicioso ir a disfrutar un happy hour con una buena conversa.

Este café lo recomiendo 100% por si están buscando un lugar cómodo, accesible y rico para poder trabajar. Te reciben súper bien desde el momento en que cruzas la puerta, te atienden al tiro y puedes estar todo el tiempo que necesites.
Se especializan en café y traen variedades de distintos orígenes, pero no se limitan sólo a cafés o sándwiches sino que tiene una carta bien variada. Lo que yo recomiendo es preguntar por las limonadas. No siempre tienen las mismas, porque dependen de la estación y de los ingredientes que ellos tengan ese día, pero son ricas y refrescantes. Además, tienen la opción de pedir el café del día a $ 1.500, que se puede pedir para llevar.