Hoy entré a este café, nuevamente para ver un partido(Holanda vs Costa Rica). Como todavía estaba picada por lo que pasó en el Mosaicafé, pedí un cortado, aunque también ofrecen almuerzos contundentes y cerveza. Cabe destacar que era el único café que encontré abierto en el sector a las 4. El lugar es muy agradable. Tiene un estilo de fuente de soda vintage y esa vibra acogedora, como de casa. Además, la señora que atiende se preocupaba bastante de los clientes. Para agregar, tenía buena pantalla para ver el partido. Muy bueno el local.
Isabel A.
Place rating: 3 Santiago de Chile, Chile
De pendeja siempre fui bien busquilla y metida, iba a cuento taller existía, pero en mi interior a mí solo me importaba estar en un taller, el de literatura, pero teníà la mala suerte de que en mi liceo no había ese taller, es por eso que cuando me enteré de que por fin iba a entrar a uno, exploté en emoción y mucho confeti, amaba ese lugar, amaba ser la menos intelectual y por sobre todas las cosas amaba que fueran por café o tragos post taller. Este Local era el preferido de los niños para esos encuentros llenos de intelectualidad y camaradería, las mesas modalidad fuente de soda gringa, la ubicación(justo al lado de uno de los templos evangélicos más antiguos de Santiago) con la moneda por un lado y la llama de la libertad por otro, hace que todo en ese lugar fuera mágico para conversar de Dostoievski o de la política Chilena. Lo que más amaba de este local es que cerraba cuando el último comensal se retiraba, o sea, que hasta nos cerraban la puerta en la espalda. De acá nada destaca sobremanera, aunque la mayonesa es de esas ricas, grasientas y caseras, belleza pura. Me gusta que se genera esa mixtura en donde yo me tomaba un té, el de al lado un café y más allá habían 4 shop servidos en la misma mesa, amaba el respeto a la individualidad.
Milena P.
Place rating: 3 Santiago, Chile
Este café tem uma localização muito cêntrica e uma ambientação super bacana: o local é simples mas aconchegante, os assentos são sofás de dois lugares, como nessas antigas lanchonetes americanas. Servem comida rápida: sanduíches, chorrillanas(batatas fritas típicas daqui, com um molho de carne e ovos fritos por cima), e cachorro quente. Os preços são bastante amigáveis, o que faz deste lugar uma boa parada ocasional. Quanto à qualidade da comida, não é má: mas também não é espetacular. Digamos que o custo-benefício é justo. Comi um sanduíche de lomo que era bastante abundante, o pão estáva gostoso, mas achei que a carne podia ter menos nervos. O serviço, em contrapartida, foi bem eficiente e rápido.