Bar óvalo

Si hay un lugar al cual me gusta mucho ir es a este, pues tiene todo lo que me gusta en un bar, es acogedor, barato y entretenido para ir con amigos. Con mi pareja vamos de vez en cuando para salir un poco de la rutina de hecho justo hoy fuimos después de un largo día de trabajo y queríamos tomarnos algo tranquilos.
Una de las grandes virtudes de este local es que puedes tomar y comer muy bien por pocas lucas por ejemplo lo que más sorprende es su happy hours por $ 3500 y de muy buena calidad, además cuentan con cervezas buenísimas como la Grassau bock que en otras oportunidades hemos probado y es bien rica, también cuentan con unas ricas tablas para picar como la que pedimos esta vez que fue de pollo picante, que entre nos estaba muyyy picante así que si la van a pedir tienen que ser valientes, pero si no pueden pedir una muy buena chorrillana es olla de greda que es hiper contundente.
Como mencioné anteriormente los precios son muy buenos por ejemplo con mi pareja consumimos un happy Hours cada uno más la tabla de pollo picante y nos salió $ 12.900, muy buen precio por comer rico y pasar un rato muy agradable.

Asistía regularmente a este bar porque consideraba (y lo considero aún) que su ubicación es ideal para aquellos que aún no tenemos auto y preferimos movilizarnos en micro o bicicletas. Está a una cuadra del metro Cumming y a dos de Santa Ana. A unos pasos de la concurrida Plaza Brasil, en la esquina hay un minimarket y local de empanadas (para el bajón) y, por si fuera poco, pasan colectivos en la calle posterior. Un lujo para los peatones.
¡Es pequeño pero muy bueno! y ¡los tragos son riquísimos!
Los he probado casi todos y me quedo fielmente con el Daiquirí de frambuesa. Es que el nivel de destilado y de jugo es perfecto. No es fuerte y es dulce (pero no tanto). Además la presentación del trago también motiva a tomarlo. El happy hour, por lo general, empieza a las 18.00 hrs y termina a las 22.00. Y es uno de los más convenientes a los que he ido.
No hay que dejar de mencionar la cerveza (mi favorita) y es que las Mestras salen como pan de horno: listas para servirse. Igualmente hay mucha variedad artesanal y barata.
Por si fuera poco es barato. Con $ 7.000 pesos puede compartir una entretenida tarde con amigos.