Bar Nacional

Sabiendo que Bar Nacional es conocido, pensé que el que estaba en El Bosque no iba a defraudar pero mi primera experiencia fue de «podría haber sido mejor».
En la entrada había un cartel que como plato del día decía «tira de asado» pero cuando preguntamos si había nos dijeron que se había acabado. Entonces… ¿por qué no lo sacan de una vez? La gente entra porque ve que el plato del día es la tira de asado.
En mi caso pedí un risotto con champiñones y que a mi gusto estaba muy salado.
La comida en general no me pareció nada del otro mundo, eso sí, platos abundantes.
La atención es buena pero el lugar hiper-​ruidoso, por lo que había que hablar a los gritos.
Por último, la relación precio-​calidad es desfavorable, no me pareció acorde a lo que se come pero al pagar con ticket restaurante no me dolió tanto el bolsillo.

Atención pésima. Se podrían poner de acuerdo qué es lo que hay disponible y qué no. Creo la mejor indicación de su calidad y servicio es el local casi vacío en viernes por la noche.

Siempre pedimos desde la oficina, buenas y malas experiencias… Los sandwiches excelentes, pastel de choclo, las guatitas y carnes en general un 7. Lo malo, las pastas. Buen precio y buena cantidad. Recomendable

La primera vez que fui al bar nacional de huérfanos recuerdo haber comido unos ravioles con lasaña memorables. Los platos de dimensiones (G)astronómicas, buen precio y lo realmente importante muy sabroso. Hoy fui a probar el nuevo Bar Nacional de El Bosque y mi decepción fue la misma que con el ubicado en Matias Cousiño. Debe ser uno de los arroces más desabridos q he comido en el último tiempo y una plateada que fue una ofensa a este maravilloso plato nacional.
Además caro.
No creo que vuelva y espero que los comensales del sector no le den su aprobación, para ver si tal vez enmiendan el camino.

El Bar Nacional de Las Condes no es, claramente, el punto de encuentro entre obreros y jefes, como se dice que es tradición en su sucursal primigenia, en el centro. Pero, sin duda, es una opción de comer abundante, rico y muy bien servido.
Convengamos, es carito. Pero es muy, muy rico.
Entre los sugeridos por el chef, el rango de precios va de la crema de verduras $ 2.600 (y de ahí de $ 4.400) y entrecot de novillo con arroz $ 12.300.
Recomendación: el lomito a la cerveza con puré. Una delicia y-​al menos en mi caso– alcanza para dos y la lengua con papas mayo, blandita, sabrosa y sin tener que moverse a los restaurantes chilenos clásicos ni a picadas.
Otras exquisiteces de la carta (que mezcla típicos chilenos, con pastas y otros platos) son las prietas con papas, ceviche, tripasta, fetuchini, lasagna, pollo al coñac, truchas con puré, albacora con papas, arrollado con papas fritas, lengua con papas mayo., medio crudo con tres tostadas.
Imperdible, el tiramisú, para el postre.
Insisto: rico, bien servido y amplísimo. Pero no se haga la idea del Bar Nacional primigenio, sino de un restaurante en Las Condes con una carta achilenada.