En plena feria de Malloquito, comuna de Peñaflor, cada sábado entre ocho de la mañana y tres de la tarde, se instala una pareja a vender sus trabajos realizados en la apícola Apiney. Su carrito es muy fácil de identificar gracias a que ubican un quitasol amarillo reconocible a unos cien metros de distancia por entre la circulación de gente. Atendido por sus propios dueños, este puesto ofrece todo tipo de productos como miel, polen, cremas, champús, jalea real y propóleos a costos mucho más convenientes que en las farmacias o tiendas especializadas. Cuando me acerque para preguntarles por precios de la miel, la mujer no solo me convenció de llevar una sino también me dejó invitado a conocer su lugar de trabajo ubicado en la Parcela 9B3 de la calle Guanaco en la misma comuna de Peñaflor. Invitan a la gente para que certifiquen que sus productos son elaborados con elementos de las mismas zonas indicadas, bajo sistema orgánico integral, es decir, sin pesticidas ni aditivos que no formen parte del proceso natural de cada panal.