Me considero un amante del pollo. Simplemente me encanta, y lo prefiero por sobre la carne vacuna. Toda mi vida he comido pollo y mi familia me dice que me van a terminar saliendo alas. En mi ciudad natal conocía los buenos lugares para comprarlo, pero al llegar a Córdoba pude ver que hay un montón de carnicerías, hasta que por fin encontré Reina Alba. El local es algo pequeño y esta en el centro de nueva Córdoba. Su especialidad son los pollos, pero ojo, no cualquier tipo de pollo, sino pollo de campo, pollo en serio, como el de antes. Nada de hormonas ni químicos, ni feedlots. Tienen de todo lo que te puedas imaginar que se haga con pollo: pollo entero, en trozos, deshuesado, arrollado, relleno, milanesas, hamburguesas… Etc. Además venden guarniciones, como papas fritas, papas bomba y papas noicette(estas son mis favoritas); y también pastas secas. El local siempre está ordenado y limpio y los productos son muy frescos. La atención es muy buena también. En cuanto a los precios, si, sin más elevados, pero hay que tener en cuenta la calidad de los productos y su procedencia. Probas los pollos de este lugar y no volvés a comprar en ningún otro lado!
Juan B.
Place rating: 4 Córdoba, Argentina
Medio asustado por los mitos y leyendas urbanas que hablan de criaderos con pollos gigantes a tan solo dos días de haber nacido debido a que son alimentados con cocktails explosivos de hormonas nucleares, empece mi búsqueda de pollos de campo mas sanos y naturales que no fueran esos bodoques congelados y de color blanco muerte que solés encontrar en los supermercados, debajo de las escarchas de hielo. En mi larga travesía de dos cuadras, encontré en la calle Estrada una flamante sucursal con muchas variedades de pollo: roulet(mi favorito el relleno de jamón y ciruelas), rellenos, milanesas, albóndigas, patitas rebozadas, filetes, hamburguesas, brochettes, empanadas, pechuga mechada entre otros. Atención si vas a pedir un pollo trozado, la vendedora es una señora que de cortes no entiende nada y esta aproximadamente 20 minutos tratando de encontrar el angulo justo para clavar el cuchillo, la salva el carisma porque de a momentos queres saltar vos mismo el mostrador, colgarte el delantal y empezar la faena. El resto no hay problema porque esta todo ya cortado y prolijamente ubicado en bandejas en el interior de la heladera. Los pollos en si, sea cual sea la forma que elijas, tienen gusto al pollo que recordamos de chicos, con la piel amarilla, grandes y con mucha carne. Cuando probas estos pollos te das cuenta que algo raro tienen los que vienen en bandejas industrializadas, por el sabor de verdad es diferente. Los precios son accesibles y la unica modalidad de pago es de contado.