Feyro

Mi vecino me contó que compró para su bebé un velador con forma de sapo que tienen una luz que atrae a los bichos y cuando se acercan los electrocuta. Me encantó! Yo soy una loca de los bichos y prefiero morirme de calor para que no entren antes que abrir las ventanas para que entre aire. Me dijo que lo había comprado en Feyro hace un mes.
Era la solución perfecta para poder abrir las ventanas sin que le piquen mosquitos a mi bebé.
Me fui hasta Feyro. Está en una calle bastante transitada, donde hay pocos lugares para estacionar. Después de dar dos vueltas manzanas conseguí lugar.
La vidriera es enorme, y tiene cosas lindas. En general exhiben productos para dormitorios de adultos y niños y para jardín.
Entramos y sacamos números. Había tres empleados, todos atendiendo. Mientras esperaba me puse a ver si veía el famosos sapito, pero no lo encontré. Algunos de los empleados charlaban con los clientes, otros esperaban que la persona que atendía terminara de hablar por teléfono, un desastre. Media hora esperando con un bebé de ocho kilos en brazos.
Me atendieron con la misma amabilidad que a los anteriores, pero yo ya estaba embolada y no se me iba a pasar por más simpático que fuera el empleado. Encima de todo, no tenían el sapito. Así que perdí media hora al vicio.
El local es enorme y está lleno de lámparas colgando. Hay de todas las variedades y para todos los gustos. Sin embargo, ya que no encontré el sapito quería comprar un velador para bebé y no había nada. sólo pudieron ofrecerme un par de lámparas.

Este es uno de esos locales en que entro y me pregunto si realmente se justifica semejante infraestructura y personal por las pocas personas que transitan su góndolas llenas de lámparas de la clase que busques. Algún justificativo debe tener tal vez los horarios en que visito el local… como sea, podría decirse que soy fan de Feyro. Cuando voy con algo en mente, lo encuentro seguro. Claro está que muchas veces lo que encuentro no se «encuentra» con el importe que maneja la billetera pero me gratifica saber que siempre existe «si, si acá está. Acompáñame a este sector que te lo muestro».
Hace poco fui en búsqueda de una lámpara que me habían comentado unos amigos que es una especie de caño de de aluminio 2 mm de diámetro y unos 15 cm de largo que lo acompaña una base redonda en la que podes montar el tubo en diversas posiciones. El tubo (o caño) tiene 3 pequeños leds uno en cada punta y un tercer en el medio. Lo utilizo de formal vertical para la lectura nocturna con mi hijo ya que el velador no lo tiene en la mesita de luz sino en una mesita alejado. Es grandioso.
Volviendo al local en sí, los chicos amorosos todos y la muchacha de la caja tiene una paciencia infinita. Me encanta Feyro.