Trotamundo

Queda en la esquina de San Martín y Urquiza, no es muy grande, pero para los días lindos tiene para sentarse en la vereda! La verdad que es mi bar favorito del centro. La comida es riquisima, los precios son muy buenos, y todos los días tienen dos menús «ejecutivos» podría decirse, a un precio muy accesible que incluyen bebida y postre! Voy muy seguido la verdad me gusta mucho y la atención también es buena!

El bar que te zafa siempre, así le decimos con mis amigos. Es el lugar donde caes de a 20 porque no conseguiste mesa en otro lado, o donde vas a comer algo a las 12 y media de la noche porque saliste del teatro famélica y necesitás una pizza y un porrón, o al mediodía express entre reunión y reunión.
Ese es Trotamundos, un bar que con diferentes dueños y nombres está abierto desde que me acuerdo (me remonto a unos 20 años atrás y ya había un bar).
Para ir a toda hora. Al mediodía tienen menúes ricos y no caros. Puede ser una pasta, algo de carne o verdura, o una tarta con ensalada, depende el día, con bebida y postre o café.
A la tarde para merendar también hay promos y a la noche suele salir más todo lo que es sandwichería y pizzas.
El local no es muy grande pero lo hacen rendir con muchas mesas, en la vereda también acomodan gente todo el año porque los fumadores empedernidos se empeñan en cenar afuera.
Un año caímos 15 personas el día del amigo, porque habíamos reservado en un bar cerca y algo pasó que no estaba el lugar disponible, entonces nos fuimos para allá. Como había poca gente, nos adueñamos de una parte y armamos una mesa larga y dejamos otra al lado para poner los regalitos del amigo invisible. Como no hay música fuerte, pudimos charlar toda la noche, nos matamos de risa. Eso es lo que suele verse en Trotamundo, largas mesas, pizzas y cervezas por doquier.
La atención es buena, no tardan tanto aunque esté muy concurrido. La comida es rica y es económico.
Lo que está medio flojo es el baño, muy chiquitito, la puerta anda mal, la higiene no es la esperada.
Trotamundos es un clásico rosarino, un Az en la manga.

Trotamundo está ubicado en una esquina re abierta del centro, a una cuadra hacia abajo del río y de toda esa parte linda de la ciudad. Nunca comi adentro, siempre me senté afuera.
Es un bar con aires de minimarket de cerveza, siempre que fuí pedí pizza que es rica y no muy cara, un poco grasosa, pero tranca. La atención siempre es muy buena y nunca esperé mucho el pedido, y eso que hemos armado mesas largas largas, porque nos juntábamos con amigos cuando salíamos de hacer cosas juntos, a festejar.
Adentro no me tienta entrar porque es todo vidriado y seguro hay mucho ruido, tiene unos pequeños murales lindos que remiten al tema de recorrer el mundo, unos mapas algo caricaturescos con recorridos en líneas de puntos y lindos colores.
Hay Wi Fi y si pedís maní te traen un montón.

Fui por primera vez a Trotamundo un 31 de diciembre a las 19 hs. Sí, no es el mejor momento para ir a tomar una sprite a ningún lado, pero mi papá insistió. No era nuestra primera opción, pero cuando notamos que todo lo demás estaba cerrado, nos sentamos ahí.
Quisimos pedir, pero nos dijeron, de muy mala manera, que la cocina estaba cerrada. Sólo nos vendieron dos gaseosas. Una vez que las terminamos, ningún mozo se daba cuenta que queríamos pedir la cuenta. Hasta que nos levantamos y pagamos directamente en la barra.
El baño de mujeres es horrible. Yo tengo un problema con los baños públicos, pero este me dio mucho asco. Era como en un sector no-​baño devenido en uno. Muy chico, con una cortina para pasar y con mucho olor. Un asco.
Le pongo 3 estrellas, porque tengo la confianza que tal vez yo tuve una mala experiencia porque justo fui ese día tan particular… Vayan y después me cuentan…

Trotamundo es un bar pequeño ubicado en las esquina de San Martin y Urquiza, en pleno centro de la ciudad. He ido muchas veces pero nunca adentro y nunca en invierno. Porque es un barcito típico de primavera/​verano. Esto no quiere decir que adentro sea feo, por el contrario es muy lindo, con frases divertidas escritas en las paredes y fotos de viajes, pero como dije antes su vereda es muy tentadora. Al estar cerca del río y en una esquina corre vientito, además es una vereda ancha que no incomoda a los peatones (ni a los comensales).
La mayoría de veces fui con grupos numerosos, al rededor de 10 personas. Es un número alto sobre todo si vas a comer, por lo que siempre pedímos pizzas que suele ser fácil y rápido. Las pizzas son muy buenas, pedimos variadas: especial, fugazza, rúcula, pollo y napolitana. La mas rica para mi, la de rúcula! Bebimos cerveza y gastamos al rededor de $ 60 cada uno, super accesible.
Los mozos son muy amables, nos ayudaron a acomodar las mesas y siempre estuvieron muy atentos, no es nada fácil atender a mesas tan grandes, sin embargo siempre nos sentimos muy cómodos.
Recuerdo otra vez que fui con mi hermanito y comimos hamburguesas con papas fritas, son realmnete muy ricas y no gastamos mas de $ 50 cada uno.

Ubicado en una esquina amplia es un bar particular desde su decoración, como lo dice el nombre «Trotamundo» hace referencia a viajes y a quien gusta de ellos. Las paredes están pintadas con destinos turísticos de distintos países, flechas de recorridos, etc. Tiene grandes ventanales, se escuchan clásicos de la música, te atienden bien y rápido. Fuera de eso es otro típico bar al paso donde podes comer algo y tomar un café o un jugo. La carta no es muy extensa mucho menos para vegetarianos o veganos.
Quizás lo negativo es que de noche no tiene buena iluminación, aunque si lo miras con el vaso medio lleno pasa por romántico. Además es complicado encontrar un lugar para estacionar.
Los puntos a favor: queda a un pasito del monumento por si querés dar una vuelta y no suele haber mucha gente por lo que brinda momentos de intimidad, si no te gusta sentirte claustrofóbico entre la multitud este barcito te puede caer muy bien, recomiendo ir a la hora de la tardecita porque se aprecian mejor los detalles.
Finalmente resulta una buena opción de valoración promedio.