Sin mí no hay té

El lugar cuenta con panadería, desayunos, almuerzos y meriendas. Especialistas en pastelería, tienen unas tortas riquisima y caseras, que se pueden pedir para eventos o cumpleaños. Los almuerzos varían según la temporada, con opciones muy saludables. Excelente atención.

Este negocio es panadería, delicatessen, bar para comer al mediodía y barcito para café y té. No suele haber mucha gente consumiendo, al menos a la tarde, que es cuando yo he pasado. Supongo que es una zona rara, porque la comida del lugar es muy rica.
Y por su parte el negocio tiene unos horarios que me ha costado descifrar. Muchas veces, rumbo a la casa de mi abuelito, y con una caperuza roja, pasé con el canasto en la mano, dispuesta a llenarlo de cosas ricas para compartir con el viejo y mi tía. Y muchas veces, el negocio ha estado cerrado.
Debe ser rica la comida del mediodía, tienen menús sencillos pero todo bien casero. A esa hora sí, los empleados de las fábricas, empresas y oficinas de la zona tienen una opción atractiva al paladar y al bolsillo.
Porque los precios son buenos, demasiado buenos pensando en la calidad de la panificación.
La atención es amable y atenta.
El único punto que consideraría como para decir «cambiaría esto» es que se complica con los escaloncitos de la entrada, sobre todo si se anda con cochecito. Hubo veces que por este tema seguí de largo, porque no tenía ganas de molestar a la vendedora, que a lo mejor está cansada.
Pero bueno, es rico lo que hacen, lo recomiendo.