Polirubro Colores

Cuando llegué al barrio, Colores ya existía y quedaba en la esquina de Ayacucho y Sánchez de Bustamante, donde ahora está la Heladería Charlot. Un día estaban embalando todo y me asuste. «¿¡A dónde se van!?» me asusté, temiendo que me dijeran que cerraban. Pero no, se mudaban a un local más grande, en Ayacucho entre Sánchez de Bustamante y Arijón. Pusieron un local muy lindo, con más góndolas, con casilleros para dejar tus bolsos y pasear tranquilo, con más cosas de bazar y de juguetería. Al par de meses (¿o años? el tiempo se me escapa a veces) otra vez lo mismo. «¿¡Y ahora?!» fue mi pregunta. La dueña se rió de mí (es muy simpática, la dueña, y la podés encontrar todos los días en su negocio) y me dijo que volvían a mudarse. ¡Más lejos! Pero aún en la avenida: iban a ocupar el local que antes fuese un supermercado Lorena, en la esquina de Ayacucho y Av. del Rosario.
Desde entonces están ahí, y me encanta porque es como un supermercadito, pero de librería/​bazar. Es del tipo autoservicio que a mí me gusta, una especia del Lader de zona sur: entrás, si tenés muchos bolsos se los dejás a las chicas adelante, agarrás tu canastito y te ponés a pasear. Lo único que no es autoservicio es el sector de librería donde tienen las productos más chiquitos, onda gomas, sacapuntas, minas de lápices, abrochadoras, esas cosas; además, ahí también te sacan fotocopias.
En navidad podés comprar ahí tu arbolito, las pelotitas, las guirnaldas, los adornitos, y los juguetes para los chicos, desde osos de peluche hasta juegos de mesa o cochecitos para las muñecas. En febrero podés comprar todo lo que los chicos necesitan para empezar la escuela, y si tenés que hacer un regalo para alguien adulto (o si en tu casa andás corta de utensilios) podés conseguir cubiertos, platos, vasos, latas decoradas, mates y bombillas, cuadritos decorativos y todo lo que te puedas imaginar.
Un dato: en materia de fotocopias, te podés sacar una especie de «abono». En lugar de pagar las copias cada vez que vas (se sabe que el tema de las monedas y el cambio siempre es un trámite), pagás una cierta cantidad de dinero y te dan una tarjetita con la cantidad de copias que podés hacer con eso, y a medida que las vas sacando te las van tachando. Muy práctico si sos habitué.

Amo los colores, amo el cartel y amo como está pintado todo teniendo en cuenta limitaciones económicas.
Un pintoresco negocio de barrio en el que podés encontrar muchas de las cosas que necesitás. Desde artículos de librería hasta juguetes, cubiertos, bolsas, papeles, etc. Además, y como si fuera poco, ¡sacan fotocopias! (
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Lo que dice la rotulación no es mentira. Los precios son muy pero muy baratos y creo que eso es algo a destacar.
Atención de barrio, eso suele significar buena atención.
Precioso lugar.

Este lugar quedaba cerca de mi trabajo, generalmente íbamos a otras librerías, pero un día necesitaba una cuadernillo oficio y no lo conseguía, así que entré y probé.
Es un local bastante grande, y es en su mayoría autoservicio. Digo en su mayoría, porque adentro hay un sector de librería, con las cosas más «chiquitas» (minas para lápiz, biromes, resaltadores, entre montones de otras cosas), en el que te tiene que atender la chica. Ahí es donde se pueden sacar fotocopias también.
No sólo tienen cosas de librería, sino que también tienen chucherías, ahí me enamore de unas latitas cuadradas decoradas muy muy lindas. Muchas cosas baratas tienen. Me hace acordar a los viejos «Todo por $ 2».
En ese momento, me copó que hicieran factura A para el trabajo. Así que después nos volvimos clientes también.