Atendido por sus dueños y ¡muy bien! Isabel es mi rotisería preferida para los mediodías. Como me queda cerca del trabajo, solemos caer allí famélicos y buscando algo rico, casero y rápido. Y allí encuentro todo eso, sumado a la amabilidad de su atención. Siempre están Cecilia o bien Pablo, una joven pareja que arrancaron este emprendimiento hará unos 4⁄5 años ya y son unos divinos totales. En Isabel se pueden encontrar variados menúes. Hay tartas de varios sabores(puerros, calabaza, verduras salteadas, acelga, jamón y queso, entre otras) y también empanadas. Además hay milanesas de berenjenas, zapallitos, carne o pollo con puré mixto, ravioles, arroz en diferentes tipos, fideos con verduras, calabaza rellena, pollo al horno con papas, ensaladas, tortillas, y muchas otras cosas más. Van variando de vez en cuando. Los precios son razonables, han ido aumentando al correr de los años, pero como todas las cosas. Lo bueno del lugar es que la comida es bien casera y se nota. Si bien todo es para llevar, una dos mesitas en la vereda para quien quiera hacer el corte allí mismo. Mis preferidas son las torrejas de arroz o verduras(más las primeras) y no puedo irme sin llevarme una para comer por el camino, como si no pudiera aguantar las 4 cuadras que tengo que hacer para volver a la oficina. ¡Son calma-ansiedad! Dato curioso: la rotisería se llama Isabel en honor a la mamá de la dueña.