El pez volador

Arranquemos porque su nombre me encanta, no creo que este relacionado, pero me hace acordar a la canción del mundo del revés Maria Elena Walsh.
Estos lugares son geniales porque salen de lo convencional y siempre encontraras algo para deleitar la vista y el intelecto, si sos fan de las historietas cómicas, de los libros de arte, los de historia, revistas como conozca mas, los catálogos o libros que siempre salen con ediciones del diario, este sin duda es el lugar que tenes que visitar.
El pez volador es una empresa familiar que arranco en los 90 y hoy en día cuenta con 4 sucursales en Rosario, así que imagen la cantidad de libros que han ido adquiriendo en estos 25 años. Este es el local mas lindo a mi gusto y siempre que puedo voy a chusmear que tiene, nunca pude volverme con las manos vacías.

Cuando pasas cercas y miras con detalle en la vidriera puede verse el color de esas páginas leídas, el aroma de las hojas viejas o nuevas. Un pez volando en los vidrios y vos con ganas de saber más… entrar a esta clásica librería de la ciudad nos puede hacer volar entre palabras, poemas, cuentos e historia. También entretenernos con revistas de contenidos diversos.
Los precios son buenos, se amoldan al bolsillo actual y esto a su vez permite a uno conseguir libros que de otra forma uno no compraría. Claro que también es el lugar, las personas que lo manejan, que se esfuerzan por conseguirlos.
Se puede acá llevar tus propios libros usados para revenderlo o canjearlo por algún otro. Es una situación interesante aunque ellos no compran cualquier cosa, tiene que ser algo que les falte o les interese adquirir para el enorme stock que tienen en esta sala llena de letras.
Música de fondo ayuda a meditar sobre que es bueno llevar a casa… Buena atención y las mejores recomendaciones o ayuda para encontrar lo que creemos que estamos buscando… (hasta dar con lo que tenemos que leer).

Otras de las tantas librerías de la ciudad de Rosario. Otro de los palacios donde los amantes de la lectura podemos encerrarnos años y años. Hay librerías que son una mas en el montón, otras que tienen su propia identidad, El pescado volador pertenece a este ultimo rubro.
Conocí este lugar gracias a un compañero de la facu que me advirtió de su particularidad: los libros usados. Yo soy amantes de ellos, mas aun cuando uno encuentra las viejas ediciones de Anagrama o Losada mucho mas preparadas y cuidadas que estas ultimas que van saliendo de a montones, o hermosos hallazgos de editoriales tales como la Austral o las colecciones tales como «Obras maestras del pensamiento contemporáneo» donde hay escritores como Marcuse o Camus.
En fin todo un huevo de oro para el amante de este tipo de libros.
Obviamente también cuentan con las nuevas literaturas. Las colección de Stieg Larsson o las obras de Maze Runner, pero no es el rubro en cual estén al parecer mas preocupados. No están relacionados con el material estudiantil.
Funcionan con compra, venta y canje.
Eso si, también para reconocerlo, amo cuando en las librerías ponen gente que sabe de lectura. Aquí se ven que se lo toman enserio, ademas de cuidar mucho el lenguaje y la actitud al atenderte.
Precios muy muy buenos y seguro que si vas encontrar algo que yo me pase de largo y por el moriría al verlo.
Gran opción para los amantes de las letras

Librería de usados, vieja y querida, famosa y reconocida por todos los intelectuales y amantes de los libros usados.
El Pez Volador funciona desde hace mucho años, tiene unos cuantos locales abiertos por distintos lugares del centro de la ciudad, son 4 en total para ser más exacta. La atención en todos los locales es muy buena y sobre todo los encargados saben mucho de libros siempre que voy me llevo algún dato curioso o me quedo con las ganas de leer alguna novela que no conocía. No solo venden libros de todos los géneros: novelas, historia argentina y mundial, filosofía, etc sino que también tiene revistas viejas de todos los tipos, las chimenteras, las de ciencias y las de tejido sin olvidar las de cocina entre otras.
El olor que hay a penas entrás es el sabroso olor a libro usado, que para los lectores suele ser muy gustoso. La verdad que la recomiendo mucho sobre todo porque los precios son un poco más económicos que los de las librerías, dato obvio pero que está bueno no dejar de recordarlo. También se dedican a la compra de libros, si estamos cortos de dinero es una buena opción, aunque en general los lectores no suelen desprenderse de sus libros así no más.

Los libros usados tienen esa cosa especial, que por lo menos a mí me resulta sumamente atractiva. Y si hay un lugar que acompaña eso el El pez Volador, que tiene varias sucursales en el centro de la ciudad. Siempre que fui en busca de algún libro lo encontré, y si no está los chicos tienen muy buena predisposición y te lo buscan en alguna de las otras sucursales, o incluso te lo pueden llegar a encargar.
Tienen un sistema de identificación de precios bastante fácil, llevan letras en el interior y en las paredes tenés las referencias de los precios, así que te manejás tranquilo sin tener que estar preguntando a cada rato.
Y si sos como yo, que me cuesta bastante decidirme y disfruto pasar un buen rato viendo que hay, te podés sentar en alguno de los banquitos que hay entre los estantes.
Aparte de libros tienen revistas usadas, libros nuevos, cd’s y canje. Así que si tenés algunos libros que ya no quieras más es una buena opción.
Muchas veces venden entradas para recitales, a tener en cuenta.

Creo que esta librería ya ha cumplido con creces sus veinte años, o está por cumplirlos. Fue una de las primeras librerías de usados de Rosario. Ir a conseguir libros buenísimos a mitad de precio era toda una aventura en ese entonces. Y lo sigue siendo, por supuesto, pero ahora las librerías de usados se multiplicaron –y eso es bueno, aunque también han cerrado muchas en los últimos años.
Hoy, El Pez Volador tiene varias sucursales, pero esta es la más linda de todas. Y la más repleta. Para saber el precio recurren al conocido sistema de las letras. Si el libro que te interesa dice, por ejemplo, «S»: entonces pagarás menos de $ 20.
También hay mucha música. Sonando y en anaqueles. Los dueños y empleados siempre escuchan jazz. Atrás, la librería sigue, hay pilas y pilas de reliquias, de libros incunables, de libros por dos pesos, de literatura, y demás.
En El Pez Volador compran los libros usados por un 25%, más o menos, de su valor, si es que están interesados. Es difícil llevar libros que ellos ya no tengan. A mí me rebotaron un libro de J. C Chiaramonte: «Nación y Estado en Iberoamérica», y eso que yo fui pensando que tenía una joyita.

Olor a libro!
Este local vende libros y revistas pero también canjea y compra, así que tenes la opción de comprar cosas nuevas o usadas. Es bastante amplio, con alrededor de 6 stands o ferias grandes que exhiben los artículos distribuidos a la largo y ancho de lugar. Los libros empapelan las paredes, no creo haber visto una porción descubierta. Es tanta la cantidad para elegir que uno se pierde porque no tiene bien señalada la ubicación de los libros por autor o género, más bien hay que consultar con el encargado para que te oriente sobre lo que puede o no haber.
En cuanto el canje el asunto es así, vos llevas los libros que ya no te interesan y ellos lo «tasan» te dicen cuando crédito tenés a favor para comprar otro. Realmente no sé cual es la metodología de tasación ni si podes regatear de alguna forma, aunque yo haría el intento! -«Está seguro que vale $ 40 señor? mire que está sin leer, ningún ojo se posó en sus páginas, merece un Juan Manuel de Rosas más».
Después me dicen si les resultan mis tácticas de negociación.
Tarjetas de crédito: SI.