Club Español de Rosario

¡Que pedazo de edificio, mamita! Esta obra de construcción esplenderosa, tiene el mismo problema que el Palacio Minetti y que algunos otros edificios rosarinos: al ser altos y estar a mitad de cuadro sobre una calle finita es muy dificil de apreciar. Lo ideal sería que uno pueda sentarse en algún banquito público con terreno despejado para poder apreciar esta obra de arte, pero bueno, queda subsumida entra el fragor de esa zona del microcentro y las movilizaciones con piquete que habitualmente se hacen en la Anses.
Por suerte la Municipalidad restauró el edificio hace algunos años, un edificio de estas características no puede dejarse venir abajo. Como ya dijeron fue diseñado por el arquitecto español Francisco Roca i Simó, que también hizo lo propio con el Palacio Cabanellas y la Asociación Española de Socorros Mutuos, entre otros. Se inauguró en 1916.
Lo mejor de la fachada de este edificio no está al nivel de la vista, hay que levantar un poco más la cabeza para empezar a ver que está repleto de detalles: hierro trabajado artesanalmente, molduras en la mampostería, esculturas… y la frutilla del postre: arriba de todo, coronando la fachada, el escudo de España a color y, un poco más arriba, un león a cada lado, custodiándolo, representando a la monarquía.
Sobre lo que hay adentro ya casi dijeron todo, el lucernario, la escalinata principal en el hall, los vitrós, y los salones de lujo. El bar, que está apenas se entra, a la izquierda, tiene precios accesibles y es una interesantísima opción para comer platos españoles atendidos por mozos de siempre. Eso sí, no vayan los días que hace muchísimo calor, no hay aire.
Volviendo a la fachado, los leones y el escudo de España casi no pueden verse por lo angosto de la calle. Yo dinamitaría los edificios de enfrente y haría una plaza llena de bancos mirando al Club Español.

NO HAY EDIFICIO MÁS INCREIBLE EN LA CIUDAD.
Bueno, capaz sí pero éste está bastante accesible y es deslumbrante para cualquiera. Desde el momento que vas a entrar y ves la fachada no entendés si estás viendo lo que estás viendo o estás soñando, decorado a la española –lógico– con una hibridación para mí moderna y art nouveao catalán, tiene tres balcones bastante íntimos que se acomodan simétricamente, en conjunto a todos los demás elementos, alardeando un par de molduras y herrerías muy creativas y originales haciendo bastante foco arriba y al centro a un escudo, el de la institución que aloja.
Eso pa’arrancar nomás, porque ni bien cruzas la puerta ya el hall es un lujo espacial pero no te dejaron reaccionar de la piñas que caíste en la sala central: ¡UF! Una doble altura con un techo impresionante que lleva la misma insignia de la fachada, en una geometría medio acupulada, vitrós con criaturas típicas del art nouveau, una escalera de mármol impresionante con una alfombra roja que se pliega hasta arriba y por los pasillos que balconean a diferentes puertas del lugar, adentro la decoración sigue alardeando toda la distinción que porta en su cara, sin miedo y con bastante seguridad.
Sin dudas este edificio te va a dejar de cara, entrá a chusmear nomás, y andate llorando por tener un departamento tan aburrido…

Ubicado en calle Rioja 1052, esta Institución que cuenta con más de 130 años, fue sede de un sinnúmero de actividades en sus instalaciones, reuniones sociales y actos culturales fundamentalmente. Ha sido y es un mudo testigo de los grandes cambios que se han dado en todos estos años en la ciudad y el país.
Merecido es que se haya decidido restaurar este edificio realizado por el arquitecto mallorquí Francisco Roca i Simó, que fue inaugurado el 9 de julio de 1916 y ha sido declarado de «interés cultural y patrimonial para la ciudad» en el año 1994, en 1999 fue señalado como «patrimonio histórico y cultural de la provincia de Santa Fe» y el 14 de junio de 2004 fue declarado «Monumento Histórico nacional» todos estos méritos por su valor arquitectónico e importancia urbanística.
El Club Español de Rosario creado el 8 de octubre de 1882 es un símbolo muy conocido en la ciudad, ya que participa activamente de su vida institucional, pero principalmente sostiene y mantiene vivo una gran cantidad de valores y tradiciones que son transmitidas de generación en generación.
«Es un gran orgullo contar con una institución que trabaja férreamente por la ciudad, que dedica un gran esfuerzo a promover acciones sociales y culturales que engrandecen a la cultura local y cimientan lazos de unión entre los rosarinos» dijo textualmente la Intendenta Mónica Fein, en su discurso, frente al presidente de dicha institución José Luis Calvente.

Este emblematatico edificio que se destaca por su obra arquitectonica, es un club social creado por la comunidad española de la ciudad. Un grupo de inmigarntes motivados por un lugar de reunion y encuentro de su cultura, en 1882 deciden fundar este tradicional club de Rosario. El edificio se inaugura en 1916 obra del arquitecto Francisco Roca y el escultor Diego Massana. Entre los detalles que se destancan en su monumental fachada, son sus imponentes escalones, sus puertas con hierros enlazados, balcón de baranda curva y cuatro pilares donde descansan dos imponentes leones (que representan a la realeza española) con un gran escudo español. Al ingresar al edificio, las lámparas y el trabajo en madera llama la atención como su amplia escalera y lo más impactante una lucarna de hierro y vitraux (la mas grande en latinoamerica). Es algo de admirar, el vitreaux y los detalels de cada rincón no tienen desperdicio. La arquitectura es sublime.
Fue visitado por celebridades, intelectuales y la Monarquia espanola; entre ellos Federico García Lorca y el filosofo José Ortega y Gasset, en 1985 lo visitaron los Reyes de España. Actualmente sigue funcionando como club recreativo y social, usualmente se realizan exposiciones de arte en sus galerías. Se puede visitar, hay días que hacen las visitas guidas del lugar. Y sino podés pasar a tomar algo o a cenar en su restaurante y de paso admirar su belleza. El bar y restaurante ofrece desayunos, menús ejecutivos y sino los clásicos platos españoles como paellas y mariscos, los precios muy buenos. Vale la pena conocer a este club con una arquitectura exquisita.

Yo tengo un amigo que siempre me dice «en las ciudades nunca miramos para arriba» y si yo no hubiera recordado sus palabras ese día ajetreado, caminando por calle Rioja, no hubiese podido apreciar la inmensa belleza de este edificio, al que cuesta mirar en su totalidad desde las calles ruidosas y angostas del microcentro rosarino.
Claro que una vez que descubriste al Club Español, hay que tomarse un tiempo largo para poder mirar cada uno de los detalles de este edificio construido en 1916, por el Arquitecto Francisco Roca i Simo y el escultor Diego Masana.
La magnífica obra, exponente del modernismo catalán, fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 2004 y en su fachada llena de volúmenes, se aprecian impresionantes esculturas y trabajos en hierro realizados artesanalmente, que dan el marco a las banderas española y argentina que se agitan en el balcón del frente.
Se puede estar mirando por horas los dibujos de los azulejos y los vitrales que permiten el ingreso de una luz teñida a los enormes salones de pisos de madera e inmensos ventanales.
La imponente escalera de ingreso, sobre la que se extiende una alfombra roja, está custodiada por dos esculturas de bronce y para agregar belleza, mirando aún más arriba, a 25 metros de altura, se puede apreciar una gran claraboya de hierro y vitreaux, conocida como «lucernario» que fue restaurada hace algunos años y se considera el vitraux más grande de Sudamérica.
El Club Español, además de constituirse como entidad social que nuclea a la comunidad española de Rosario, tiene un elegantísimo bar y restaurante abierto al público y ofrece visitas guiadas los sábados por la mañana solicitando turnos previamente en la secretaría del Club.