Cuando te dicen que un motor se quemó y no sirve más, averigua primero, no te creas todo así a la primera. Ese fue el caso del motor de un ventilador detecho muy especial, que tiene unas aspas preciosas y es antiguo. Me tome el trabajo porque se hacerlo de desarmarlo todo y de sacar el motor e ir a ver a un viejo amigo de mi padre. Su negocio no tiene nombre especifico, él le llama«el taller», allí se dedica a un oficio que lleva años, el bobinado de motores. La bobina es eso que alguna vez puede que hayas visto, un cuadrado que lleva como un ovillo cable de cobre en algunos casos. Eso es lo que se estropea y hay gente como el que se dedica a repararlo, si se puede y está en condiciones de hacerlo, a veces te dice, fuera, no sirve más. No tuve que escuchar eso, que suerte, porque la verdad, ese ventilador de techo es una herencia de una tía loca que yo tenía, rusa, y que lo había comprado en la india en uno de sus viajes por barco de aquella época. Él trabaja muy bien estas cosas, y los motores son su pasión. No hay nada mejor que encontrar experiencia para estos arreglos. No hay motor que le pueda.