Alvear y Nueve

Lugar totalmente recomendable, en mi caso un clásico para mi familia.
Un clima cálido y muy tranquilo en el cual se puede compartir una excelente calidad en cuanto a comida y atención me refiero.
Mi plato favorito es el lomo al roquefort, tengo que resaltar mi voracidad la cual está más que saciada con este menú el cual me basta y sobra, y nada mejor que acompañarla de un buen vino.
Alguna entradita para esperar las magníficas carnes que te esperan en sus parrilladas, las cuales no van a fallar ;)

Excelente comida y atención! Los sabores que lograron en todos los platos que comimos fueron espectaculares!

Un clásico si los hay, Alvear y Nueve es la parrilla por excelencia. Es donde van todas las familias los domingos. Incluyendo mi familia política. Cuando vienen a Rosario no quieren renegar, si bien les gusta conocer nuevos lugares, para reunir a todos prefieren que sea en un lugar donde sabes que la comida no falla, la atención es excelente y estás cómodo en un ambiente familiar.
Matambre de cerdo y de ternera son los cortes ideales para compartir. Papas rejilla no pueden faltar. Y después la variedad. Casi siempre las variaciones son mínimas: puré de papa o ensalada de rúcula y parmesano, Santa Julia y otro vino, etc.
La mayoría de las veces los que más variamos nuestro pedido somos los más jóvenes *(vamos que entro en esa categoría!!). Puede ser un pollo al champignon, ñoquis a la parisien, o milanesa con fritas.
La cosa es que sabes que la vas a pasar bien. Siempre que cuando estés lo suficientemente recuperado de la noche anterior. Igual sobran los chistes sobre como no podés tomar ni una gota más de alcohol y alrededor tuyo hay un montón de familias cuyos miembros jóvenes (18 a 45 años) están en las mismas condiciones.
Muy familiar, buena carne, carta bien de parrilla, tiene un patio que es hermoso, la mayoría de la gente no lo conoce. Mismos dueños y empleados hace muchos años. Eso habla de que están haciendo las cosas bien.

¡Qué no decir de Alvear y Nueve! Cada vez que mis viejos vienen a visitarme, es uno de los destinos elegido y donde arranca el ritual de los domingos al mediodía.
Todo en este lugar es rico, abundante y casero. Siguen guardando la mística de los platos tradicionales y sabrosos, sin agregados ni nombres extraños. La atención es muy buena y los mozos son los mismos desde hace años, por lo cual hace al lugar más familiar aún.
Sugerencias: matambre! Tanto el de cerdo como el de vaca son espectaculares y para compartir! Los pueden acompañar con unas inigualables papas rejilla o si no quieren que sea tan pesado, alguna ensalada. Las pastas son exquisitas también y te las presentan en bandejas individuales de acero inoxidable (al igual que la mayoría de las porciones) pudiendo conservar así el calor. Y para cerrar el postre, los clásicos de siempre: flan, helado, ensalada de fruta, don pedro y algunos más.
Cuando vayas, reservá antes! Siempre está a tope!

Alvear y 9 es una parrilla muy familiar que realmente se disfruta. Apunta a tener una buena atención y una buena calidad en los platos sin necesidad de crear un ambiente pomposo ni mucho menos.
Fui a comer con mi familia y una amiga española y aprovehcamos a pedir provoleta y achuras para comer algo diferente al asado que hace mi papá y realmente nos deleitamos y ella quedó gratamente sorprendida. Por más que insistimos en que no quería saber de que se trataba el chinchulín le gustó tanto que al enterarse de la verdad hizo caso omiso y dijo que volvería a pedirlo tranquilamente.
Además de asado hay milanesas, sandwicehs calientes y pastas. En los postres healdo, flan y budin de pan.
Ideal para los que disfrutan comer algo rico y abundante.

Quizás no fueron lo más ingenioso al ponerle el nombre, pero Alvear y 9 es uno de los mejores lugares para salir a comer en Rosario. Con un tinte de restaurante clásico que bordea ser un bodegón.
Pareciera estar medio escondido, dado que no está ni por Oroño o Pellegrini como todos los «grandes», también desentona un poco a lo que son los lugares de Pichincha, pero ellos están hace mas de 20 años hay quienes van es porque ya fueron o alguien se los recomendó, como hago yo a menudo.
Tienen una excelente parrilla y un menú que no decepciona, mi favorito son las pastas, caceras como las de la nona y abundantes. Te las sirven en esas bandejitas ovaladas de metal bien hasta arriba y repletas de las salsa que elijas.
Un picante queso acompaña las pastas que es la gloria!
El interior es blanco en su mayoría y tiene algunas reminiscencia de quizás lo que algunas vez quiso ser el estilo del bar. Hay un popurrí de todo, pero nada realmente le da una identidad definida al restaurante.
Lo importante ahí es la comida y la atención, impecables ambas. Los precios son baratos y usualmente se puede estacionar sin problemas por la zona.

Estos son los lugares que me gustan para ir a comer! Relajados, simples, amigables, de excelente atención y la mejor comida.
El lugar no se destaca por su decoración, es un salón con muchas mesas, con buena distancia entre si, manteleria blanca, sencillo sin grandes pretensiones estéticas. Me hace acordar a los restaurantes de antes, mundanos, con el mozo amigo del dueño que te atiende con una sonrisa en la cara, esos lugares donde ibas a comer en familia y tu mama te hacia compartir la milanesa con tu hermano porque era enorme.
El mozo se nota que hace mucho que trabaja de eso y que lo disfruta. Siempre atento a todos los detalles, de muy buena memoria y dispuesto a asesorarte sobre todos los platos de la carta. Me encantan los lugares que traen con la panera algo para acompañar el pan. Aca nos invitaron con una salsita de roquefort buenisima! La panera tiene marineras, grisines, pan blanco y negro, como debe ser!!!
Fui porque estaba tentada de pastas y mi novio me dijo que ahí servían pastas caseras. Comí los mejores ravioles de verdura de mi vida, caseros y gustosos! La salsa como a mi me gusta, suave y abundante. Me los trajeron en una bandeja de acero, aparte del plato, para que vos te los sirvas. La porción fue muy abundante, con medio plato ya estaba llena.
Los precios son justos, no es para nada un lugar caro.

Es una parrilla sencilla, sin más pretensiones que brindar una buena atención y una rica comida. Es el típico lugar para ir a almorzar los domingos en familia: tiene buenos precios (está en la media), los mozos son muy simpáticos, el asado es bueno, no es muy ruidosa aunque se llena (conviene reservar) y se puede hacer una linda sobremesa.
La carta, al ser parrilla, tiene obviamente una gran variedad de cortes y platos con carne. También hay minutas y pastas. De postre un flan o un budín de pan, nunca fallan. La carta de vinos es sencilla pero lo suficientemente amplia para los distintos paladares.
La parrilla está armada en un local grande, un sólo salón, con decoración de tipo campestre pero sencilla: algunos cuadros y mucha madera.
Se nota a simple vista que es un lugar limpio, ordenado y donde se cuidan los detalles como traerte una panera con quesitos para untar o unas berenjenas en escabeche para amenizar la espera. Eso sumado a los mozos que se acercan a preguntar cómo va todo y demuestran su expertise llevando 45 platos a la vez.

Como ya he dicho, Rosario es ciudad de parrillas. Difícil es también encontrar una donde se coma muy mal. Alvear y Nueve no es de las super, pero está muy bien. El restaurante cuenta con un salón amplio, despojado de decoracion pomposa, muy simple.
La carta se basa en parrilla y minutas, también cuenta con pastas. La carne es buena, la milanesa con papas estuvo bien y todos contentos.
Un punto a destacar es la excelente atención de los mozos. Calidez, simpatía y gran predisposición.
Buenos precios, la recomiendo.