La feria con los años fue creciendo en cantidad de puestos y variedad,(ocupando cada vez mas cuadras) así como la cantidad de visitantes, en principio era solo la feria de antigüedades, y hoy ya se puede encontrar de todo, desde artesanías a producto de reventa. Hace muchos años, terminaba a las 6 de la tarde pero hoy en día, sigue más tiempo. Es una buena oportunidad para el turista, ya que se encuentran buenos productos a precios accesibles y oferta gastronómica de vendedores ambulantes y de locales de la zona, aunque para el vecino la feria no es muy agradable la feria, ya que la cantidad de basura que deja es muy grande y los grupos de percusión no dejan de tocar hasta pasada las 22 hs. Circular en bicicleta por la zona se vuelve insportable, así como querer estacionar en los garages que estan por la calle Defensa.
Kevin B.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Me lleno de nostalgia al pensar en la Feria de San Telmo ya que durante el 2008 uno de esos tantos puestos era en el que trabajaba yo y al que le debo gran parte del inglés aprendido y una historia de ruptura familiar. Nací en una familia llena de artistas, tengo 2 tíos fotógrafos, dos primos fotógrafos, un primo músico y uno que hace break dance. Desde chicos, las excursiones con mis tíos eran geniales, ir a museos, a algún recital, a ver obras de teatro, o al cine. Pero había uno de mis tíos en particular que era el favorito, Salvador. Salvador fue el fotógrafo de grandes bandas. como la Bersuit por ejemplo, y siempre trataba de meternos en los temas artísticos, era él quien nos llevaba a museos, nos hablaba de composición, nos hacía ver el lado artístico de todo y nos incitaba a sacar fotos o a idear fotos conceptuales. Cada salida con él era diversión asegurada, y como también es psicólogo, era un gran consejero cuando nos acechaba algún problema. Tenía muchas fotos muy raras, llamativas, y con las cuales había ganado premios, y un departamento con las paredes inundadas de cuadros y carpetas y carpetas y carpetas de fotos. Un día me propuso un negocio, él vivía en San Telmo, y algún que otro domingo lo iba a visitar, yendo a veces a dar una vuelta por la feria que quedaba en la esquina de su casa, en aquella época la misma abarcaba muchísimas menos cuadras que lo que es hoy. La idea era construír un atril de madera bien grande para exponer las fotos en la feria y así venderlas, cobrando yo una comisión por cada foto vendida. Para un chico de 17⁄18 años que está en pleno auge de salir todos los fines de semana, poder tener su propia plata es un sueño. Asi que acepté muy gustoso. Había que levantarse temprano para conseguir siempre el mismo lugar, un domingo, es decir los sábados o seguía de largo o me tenía que acostar más temprano. Al principio fue bien, pero con el tiempo la feria empezó a crecer, y cada vez tenía que levantarme más y más temprano, los últimos días, saliendo incluso a las 3:30, 4 am para poder llegar. Hasta que un día me cansé, ya no tenía ganas de vender fotos suyas pasando casi 14 horas del domingo en la calle y cobrando muy poco un día normal y un poquitito más un día con suerte. Él nunca lo pudo entender, y la relación se rompió. Las charlas reflexivas, las visitas y las salidas artísticas desaparecieron, hubieron otros choques y pasadas de factura luego, pero eso es otra historia. Lo que sí, cada vez que paso por la feria de San Telmo me acuerdo de esa época, en la que me creía invencible, en la que todavía podía seguir de largo del día anterior y laburar 14 hs, en la que me ponía a hablar con la gente más extraña y con cualquier turista, en la que me llevaba bien con mi tío.
Stephania V.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
El plan ideal para el domingo! La feria se encuentra ubicada a lo largo de unas 16 cuadras, así que hay un montón de curiosidades, obras de arte, músicos y comida por ver y disfrutar. Recomiendo que no compres nada de ida porque todo te va a encantar, mejor hazlo de regreso cuando ya hayas mirado lo suficiente. Es un espacio ideal para admirar el ingenio de estos artistas que ponen su sello personal en cada cosa que hacen… de lo mejor que tiene la ciudad para ofrecer. Lo único es que no resulta tan barato, por eso es bueno que vayas con un local que te de referencias de los precios… y si tienes habilidades para negociar, adelante! De mis experiencias favoritas en Buenos Aires, no se van a arrepentir.
Eva T.
Place rating: 5 New York, NY
I have been to flea markets in three continents and based on sheer talent, handmade craftsmanship and a strong sense of indigenous pride, this rainbow paradise of artesans, woodworkers, leather smiths, cooks, basket weavers and 27th generation seamstresses lives clearer in my memory than all the rest. Every Sunday several dozen tables of vibrantly colored leather goods, hand woven purses, yerba mate(the unofficial national tea drink) cups of every size and variety, leather belts, wooden necklaces, porcelain earrings, various sizes of knives(they go with every outfit), hand-carved chess sets and painted jars are on display. Taking into account the men wearing Colombian coffee machines like baby bjorns, the accordion player wearing women’s pantyhose as a hat and a variety of street meat, it remains the most fun I have had on any Sunday and the longest amount of hours I have spent at any street market. I cannot wait to go back.
Nicolás R.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Sin lugar a dudas un clásico de la ciudad. No es una feria barata pero tiene mucha variedad(Carteras de cuero, anillos, mates). Y ya alejandose de la zona de artesanos hay puesto de ropa y alguna otra trucheria que siempre vienen bien. No es solo una feria de artesanos, la variedad gastronómica de los alrededores es increíble, desde los bares en plaza dorrego hasta la venta de empanadas de vendedores ambulantes, la zona abunda en bares/heladerías/parrillas que los domingos estan al 100%.
Stephanie S.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Todos los domingos sobre la calle Defensa funciona la feria de San Telmo. Una seguidilla larguísima de puestitos ofrecen al paseante y –sobre todo– al turista millones de chucherías y souvenirs: ropa, mates, libros, recuerdos de Argentina, bijouterie, artesanías, alpargatas, cuadritos de Buenos Aires y miles de cosas más –en una época hasta había gente ofreciendo brownies mágicos-. Entre las callecitas te vas a econtrar con bandas tocando algo, gente bailando tango, edificios antiguos, negocios de antigüedades, miles de restaurantes –mi preferido de la zona es Brasserie Petanque– y puestitos de comida. Entre estos últimos se destacan los espacios ultra rústicos donde te venden choris o lomitos al paso, pero también hay quienes ofrecen empanadas, panes rellenos y hasta panqueques de dulce de leche. Es un lindo paseo para hacer cada tanto, y un buen lugar donde llevar a la gente que te visita de afuera, pero tenés que ir con infinita paciencia porque hay muchísima gente.
Stefania S.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Esta feria, si no es la más conocida de CABA, está muy cerca de serlo. Es una de mis favoritas. Se realiza todos los domingos en la calle Defensa, por eso los domingos, porque durante la semana sería imposible. Es en pleno San Telmo, otro de mis barrios preferidos en toda la ciudad. Se llena de turistas extranjeros y del mismo país, durante todo el año. Además, los puestos, tanto de comidas como de artesanías, es una combinación de culturas, no sólo de partes de Argentina, sino también del resto de Latinoamérica. ¿Por qué digo ésto? En las fotos se puede ver a personajes de distintos países vendiendo sus producciones: desde unos pibes colombianos vendiendo obleas, el postre típico hasta los mismos argentinos vendiendo empanadas o panes rellenos. Los puestitos de artesanías son hermosos. Algo característico de San Telmo y de su feria es que tiene a la venta(tanto en puestos como locales) muchísimos artículos antiguos. Mis dos favoritos son los de las fotos: los envases de soda viejos de colores, y el puestito de sombreros. Pero después hay de todo. Son casi diez cuadras de un puesto al lado del otro. Vas caminando y de repente te encontrás con tres negros tocando música con tambores y guitarras, o un grupo de pibes con violines, contrabajos y ¡hasta un piano! en el medio de la calle. Esta feria tiene esas cosas típicas que son realmente mágicas, y muchas de ellas muy argentas.