Este Cúspide es vino de rebote con Starbucks(donde está uno, está el otro, es ley). Ubicado uno al lado del otro, este local es como la mayoría de los Cúspides: moderno, de un blanco irreprochable y luminoso. Es bastante grande, en comparación a otras librerías de Ramos, algo en lo que llevan ventaja. Sólo una vez compré acá y fue cuando estaba en busca de Perdida de Gillian Flynn. Lo había buscado en mi librería de cabecera de la zona y no lo tenían. Lo busqué en la librería a la que fui toda la vida para el colegio. Nada. Fui a Cúspide, como última opción antes de probar suerte en Capital. Para mi fortuna, tenían un ejemplar en el depósito, algo arruinado en los extremos pero legible en todo lo demás. Estuvieron buscándolo unos cuantos minutos, lo que demuestra que realmente quieren vender. La atención fue muy buena aunque imagino que ayuda que casi siempre está medio vacío. La oferta en la misma que en otros Cúspide. En la parte de entrada tienen cosas de tecnología. Eso no me gusta porque nada tiene que ver con una librería.