El lugar promete apenas te enterás que tienen 60 canillas de diferentes cervezas. La carta es hiper extensa y bien ordenada por tipo de cerveza y su intensidad. Algo importante que por lo general la gente busca por color de cerveza y/o por su fortaleza. Además suman en la carta el porcentaje de alcohol de cada cerveza y la marca de cada cerveza. Ahora bien, con tantos tipos de cervezas el lugar no alcanza. La gente se sienta y quiere quedarse a probar varias cervezas y charlar con amigos. Me parece un error que la haya pocas mesas para más de 2 personas. Como no aceptan reservas, la puerta es un caos. Te invitan a pasar a una barra mientras esperas que se haga lugar pero este puede ser el lugar donde te quedes por largo rato. En nuestro caso, estuvimos 1.30 hs en la barra 6 personas, algo insostenible para un grupo tan grande. Luego, cuando se hizo lugar 30 minutos en la mesa. Tomar los pedidos para todos en la barra fue un lío. Hubo confusiones y las mozas se enojaron por las quejas. En fin, el lugar está bueno pero tiene bastantes desventajas si vas después de las 9.00 pm y si son varias personas.