El Mercadito

Después de unos días de vino y comida en exceso, vine a despedirme de Mendoza a este lugar sobre la Av Arístides, que me recuerda mucho a los típicos lugarcitos de moda en Palermo y Villa Crespo (Buenos Aires) Como vegetariana y amante de la comida sana, debo decir que me sentí muy a gusto y que comí a mi estilo, ya que la avenida se caracteriza por estar llena de lugares de comida heavy heavy y El Mercadito se presenta como una alternativa.
Pedí una Veggie Burger que vino con papas muy ricas (súper calientes) El pan de la hamburguesa era de otro planeta. La porción muy bien, no la pude terminar, pero aclaro que como como pajarito. De tomar pedí un licuado de manzana verde, apio y pepino. Muy rico y refrescante.
Algo negativo: si bien el servicio fue muy amable, fue en exceso lento. Como fui tarde (tipo 3pm) el lugar ni siquiera estaba lleno, por lo que asumo que en un momento mas concurrido podes pasarte la vida esperando. Asumo que si bien me llamó la atención, no me molestó ya que estaba haciendo tiempo para salir al aeropuerto.
La espera también me permitió bajar la hamburguesa y animarme a un café con chocotorta, lo que definitivamente terminó de hacer que todo valga la pena.

Estaba entre 3 y 4 estrellas, pero sólo fui una vez: cuando vuelva veré si aumento o no.
El mercadito es un pequeño bar/​restó en la avenida Arístides (centro de la movida mendocina de barcitos-​restaurantes-​bolichitos). Es muy lindo de afuera, con un aspecto rústico (?) y un patio que, si bien es agradable, al estar cubierto creo que queda algo encerrado: no corría el aire en un día de calor, cuando esa es la gracia de sentarse tranqui afuera.
Adentro, si bien estaba más agradable por el aire, había mucho ruido. El lugar es poco, y las mesas estaban muy juntas. Había gente que entraba con cochecitos de bebé y la verdad se complicaba bastante la circulación. Además, en el medio del salón hay una columna que a nosotros nos dificultó bastante la correcta intreacción con la moza (que igual fue re buena onda, pero bueno, no nos veía).
Para comer por lo que vi hay un puñado de opciones de platos principales (salteados, pastas, carnes, etc.), y varias opciones de sánwiches y ensaladas bastante tentadores. A nosotros nos pintó el veganismo instantáneo y pedimos dos hamburguesas veggies (bah capaz alguna era vegetariana y no veggie: disculpas. Sé que había opciones de los dos tipos).
La mía tenía arroz yamaní y amaranto, cebolla caramelizada, tomate y rúcula, en un pan muy fresco. Estaba muy rica y sabrosa, la verdad. Mi acompañante pidió una que era a base de espinaca y hummus, tenía también cebolla y queso. Le fascinó. Ambas venían acompañadas de papas cuña muy muy ricas.
Para tomar también había opciones más originales además de las habituales; la carta contaba con una buena variedad de jugos naturales. Yo pedí la limonada, que estaba muy muy rica; y también pedimos un jugo de naranja y zanahoria que también estaba muy bien. Lo único: hubo que pedir hielo al toque porque estaban a temperatura ambiente… y para mi eso no da para nada con la bebida.
Los precios más que razonables, gastamos menos de 300 pesos entre 2. Volveré a probar algún otro plato.

Fuimos a cenar con mucha expectativa. El lugar es hermosa, tiene un salón, un patio y un balcón con algunas mesas más. Muchas plantas y luces cálidas. Pedí un wrap de pollo y vegetales y era delicioso. La guarnición eran papas sin opción, al menos en la carta, de pedir ensalada que le quedaría muy bien. Miré desde el balcón algunos otros platos y me llamó la atención que las ensaladas no parecían muy abundantes.
La atención es buena y no sé si tenían algún problema con la cantidad de gente pero tardaron bastante en traer la comida, no ofrecían pan para picar. Por otro lado, tuve que cambiar dos veces mi opción de bebida porque no tenían.
El lugar está muy bien, la comida deliciosa pero pretendía ciertos detalles que no los tuvieron.

Fui ao mercadito e fiquei 40 minutos esperando no frio com amigos uma mesa vagar. Como o restaurante tem wi-​fi, muitos clientes mesmo pedindo a conta ficam empatando os outros clientes de comerem.
A atendente foi simpática e educada, junto com um dos garçons, porém na época de frio, existem poucas mesas na parte interna onde e mais quente. Dou uma estrela pois não experimentei a comida.

Hermoso lugar. Con varios ambientes. Interior exterior y un patio cerrado con calefacción. Detalles vintage por todos lados y comida muy rica. Talvez son los detalles que entran por los ojos los que le suman muchos puntos. Platos tradicionales con detalles originales.
Hay postres pero no los probamos. Espero volver alguna vez para seguir degustando.

A great place for lunch (I dined here twice during my short stay). The sandwiches are great and the fresh juice, especially the beet and orange juice is amazing, almost better than the wine!

Definitely not argentine food but El Mercadito is a fab spot to grab brunch or lunch.
The menu consists of large salads, sandwiches and burgers and some other odds and ends. My friend tried the salmon and I had a pork sandwich served with fries.
Waitstaff fluent in both English and Spanish.
Great outdoor patio area if you can handle the heat, but some tables are in the shade.
Food was good. A bit on the pricier side of things but given this is a tourist area of Mendoza it’s expected. Lunch for two including drinks came to $ 250 pesos.

Anoche cena en El Mercadito por tercera vez esta semana. Me encanta la comida, el ambiente y los camareros. Para empezar, al sentarse siempre traen unas zanahorias con una salsa sabrosa para ir picando. Se nota que los chefs solo usan ingredientes frescos porque todo me ha parecido muy sabroso. He comido el Inca Burger (nuevo) y el Hemingway. Por ser platos vegetarianos son una delicia! Si toda la comida vegetariana era así de rica nunca me haría falta la carne. Recomiendo estos dos platos (que están bajo la sección de sandwichs en el menú). Anoche pedí el wrap de pollo. Me gusto, pero no me fascino. Los sandwichs vienen acompañados de papitas que parecen recién hechas porque siempre están calientitas.
Para las bebidas, he pedido la limonada que es muy refrescante y un licuado verde que se me escapa el nombre. Sé que es de manzana, apio y pepino — uno se siente renovado después de este elixir. Anoche tome mojitos que son dos por $ 60 pesos durante la hora de «happy hour». En fin, recomiendo este sitio sin duda. Es lo que más me ha gustado de comida sobre Aristedes y tiene un ambiente súper chévere.