Una barra completisima, que sabe preparar bien tragos clásico y versiones. Creo que el dueño-bartender es alemán. El espacio es bastante cómodo, y tienen buena atención. Llegamos ahí después de una recorrida de bares con un referente local de la coctelería: el Gran B. Asi que teníamos que probar la calidad de la carta de tragos, que es bastante completa. Pedimos 3 tragos distintos, pero muy distintos: rustynail, zombie y una versión del AperolSpritz. Los 3 estaban perfectos, presentados en su cristalería correspondiente y equilibrados(incluso el versionado). Los precios son muy baratos, como para hacer previa o salir de tapas(que es como decir: tomar mucho). Queda en pleno centro, cerca pero no tanto de la zona de moda(Arístides). A media cuadra de mi hotel(lo cuál fue muy práctico).