Tijuana

Nunca me fui insatisfecha de este lugar. La variedad y calidad de platos es muy buena!
Al igual que los tragos y postres.
La atención es buenísima, la ambientación también.
Los precios son un poco elevados, pero hay que tener en cuenta que tienen el monopolio de la comida mexicana de Las Lomitas jaja
Una muy buena opción para calmar antojos y salir rodando de comida.
La gente es muy variada, amigos, familias, parejas.

Increíble el sabor y la calidad de las fajitas y burritos. Atienden muy bien y tienen un espacio abierto para fumadores en la parte posterior del local. Guacamole por doquier.

Buenos tragos, buena comida, buena atención. A veces les queda un poco chico el espacio pero siempre se renuevan y mantienen el nivel. El precio un poco excesivo.

Dicen las malas lenguas (?) que Tijuana está sobrevalorado. PERO NO.
Fui muchas (muchas veces) y nunca tuve una mala experiencia, tal vez tuve suerte. Siempre que voy trato de reservar con unos días de anticipación (se puede reservar vía DM por Twitter (!)) para asegurarme el lugar y no tener que esperar en la puerta (el lugar tiene bastante capacidad pero se llena casi siempre). Si está lleno, podés sentarte en la barra a esperar mientras te tomás algo (tragos muy ricos).
Cuando te sentás, te dan una margarita de cortesía que es muuy fuerte (al menos para mi débil hígado) y tratan de atenderte rápido. Las papas con panceta y cheddar son un must, de una, al igual que los nachos machos que te los sirven en una bandeja gigante.
Los platos principales no se quedan atrás, aunque tal vez te convenga innovar y salir de los tacos y los burritos (que no son de lo mejor) y pedir unas ribs que son increíbles (súper tiernas y encima vienen con papas fritas!!!)
Los postres también son excelentes, si te queda espacio, pedite uno (dale, aunque sea para compartir).
La relación precio/​calidad es muy buena, teniendo en cuenta que el lugar está ubicado en Las Lomitas.

Ponele.
Sin duda, aporta «variedad» al paisaje gastronómico de Las Lomitas, que suele ser bastante limitado. Pero tampoco es tan bueno como se empezó a decir un tiempo atrás.
Mi experiencia personal, eso sí, fue un tanto nefasta.
Primero, fui con un grupo de amigos y como no queríamos cagarnos de frío, decidimos comer adentro. Mala, malísima elección. Nos patearon al sector fumadores (separado por un ventanal (?)) y desde allí teníamos que hacer morisquetas para atraer la atención del mozo. Otro problema fue la ZARPADA lentitud con la que nos atendieron. Es comprensible por lo mucho que trabaja el lugar, pero haber esperado una hora y media entre que fue tomado el pedido y llegó la comida no me causó mucha gracia.
Segundo: pedí los langostinos con guacamole y me llego un plato simplemente paupérrimo para lo que pagué. Eran alrededor de 8 langostinos sin pelar y con un pote mínimo de la salsa. Por otro lado, probé platos de mis amigos y lo que más me convenció fue la ternera con papas fritas.
Sólo por esto último estoy considerando volver al local. Tal vez mi primera impresión haya sido bastante mala, sin embargo, se merece una segunda oportunidad. Eso sí, lejos está de ser una experiencia mexicana legítima su comida, sino que está mas cerca de ser una cocina bastante amateur.

Apenas entras a Tijuana la onda del lugar te cautiva, la verdad está muy bien ambientado, los cuadros, los murales, hasta las cartas son lindas. Tiene lugar afuera para cuando hace calorcito, aunque no muy grande y un par de mesas en la vereda.
El servicio de mesa viene con una canastita de nachos con una salsa agria riquísima y un shot de tequila limón y triple-​sec que te da la pauta de lo que la carta de tragos confirma, en ese aspecto es muy variada y realmente buena. Lo que si, me sorprendió que no hay oferta de cervezas mexicanas, recuerdo haber venido hará un año y tenían corona, sol y dos equis, ahora solo miller que lo patrocina.
También con respecto a mi última visita tengo la sensación de que la carta se achicó un poco, pero sin embargo la oferta es variada y todas las comidas mexicanas típicas que se podrían pedir están.
La comida es bastante abundante, y el precio, aunque no lo más económico, no se va de tema. Me parece que rinde más yendo en grupo que de a dos.
En resumen, un gran restaurante mexicano en zona sur y una linda opción

Lugar de excelencia si los hay en las Lomitas es Tijuana. Riquísimos platos Mexicanos, el ambiente es intimo con buena música, tiene un pequeño espacio al aire libre y mesas en la vereda. Ideal para reuniones con amigos y/​o festejar cumpleaños o acontecimientos cancheros!!! Excelentes Tragos. Muy recomendable– Visitar

Fui a cenar a este restaurant mexicano porque había escuchado buenas referencias. Me parece que es más un local de moda en la zona que un restaurant mexicano de calidad. Fuimos relativamente temprano pero igual tuvimos que esperar por una mesa. Nos ubicaron en una mesa justo al lado de la puerta, donde entraba mucho frío cada vez que la abrían y donde estaban todos esperando que se liberaran mesas. Como el local estaba tan lleno, la atención fue muy lenta y bastante desatenta, pero bueno, es entendible dentro de la situación.
La comida me pareció rica, pero nada espectacular. Definitivamente he probado mejores fajitas que las de Tijuana. El local es bastante ruidoso y con un ambiente muy juvenil, así que es una buena opción para una reunión distendida con amigos sin muchas pretensiones sobre la comida.

Si andan antojados de comida mexicana y anda por zona sur, este lugar está buenísimo.
No suele abrir en los mediodías pero si a la noche. Sirven tipica comida mexicana acompañada de típicos tragos, ya sea cerveza o margaritas. No son tímidos a la hora de ponerle picante, pero avisan eso si.
De entrada les recomiendo los nachos con guacamole y chedar fundido (que vienen con panceta también). De plato principal, las típicas fajitas (carne, cerdo, vegetales, pollo y gambas). Y si se quedan con ganas de seguir comiendo, de postre tienen Mousse de tequila, que merece ser probado sólo por el desafío al menos. Sino igual hay postres más clásicos.