Graciela Franceschini Helados

Wi-​Fi: No tiene.
De arranque voy a ser honesto. Es un despacho de tortas, no una confitería. La diferencia radica en la atención que se le brinda a los clientes que ocupan el salón. Mucha espera y de calidad (de café), nada que otro no logre. Pero a donde voy con esto. A que la merienda está a la altura en costo que un Starbacks $ 52 por un café con leche y un pedazo de torta. La merienda no debería costar más de 40 y no por querer ponerle costos al negocio, pero el resto de la atención así lo valen.
Cuando te digo que el drama está en el salón, es porque hay 10 mesas (en su mayoría para 4 personas), con sillas de colores estridentes; naranja y verde flúor, esto no sería inconveniente si no fuera por la de dedos que tiene marcados. Palo a palo con un bondi que va al Kempes a festejar el día del niño.
Ahora vamos con lo que sí es reconocible. Son buenisimas las tortas o masas dulces que venden acá. Podes comprar por torta entera o porción. Son por kilo. Y sí son un poco caras, pero para alguna ocasión queda muy bien. Por ejemplo para tu cumple, dale no seas rata, hacele caso a Unilocal y comprale la torta para los invitados. ;)

El helado es muy rico aunque caro. Quien me atendió era muy simpática.
No tenían los saborea que originalmente deseaba.
Buena ubicación
Es más bien familiar el lugar

Franceschini arrancó siendo una fábrica de tortas y tartas, de música calidad, lejos las más ricas de todas, la rogel era un clásico hace 5 años atrás. y otra cosa en la cual le pusieron su diferencia es en la presentación y envoltorio, antes de ellas no existía lugar así en córdoba, y digo ellas porque están Andrea y Graciela. pero para hablar en especial de este local que se encuentra en frente de la plaza colón, hay que decir que todo acá es rico y eso que yo soy de lo salado, pero es que no podes no tentarte con las delicatessen. los helados de Graciela Franceschini son de los más ricos, y de los pocos que usan cremas de leche para la realización, el que más me gusta y hago probar a todos mis conocidos es el de yogurt y naranja, mascarpone con frutos rojos es exquisito también. El momento del día para ir yo creo que es la merienda, tiene unas mesitas muy lindas donde detener el día con algo dulce y seguir. los precios son más bien caros, pero lo valen.

El local de Graciela Franceschini de barrio Alberdi, está ubicado justo al frente de la Plaza Colón. «Oh mundo de tentaciones» exclamaría Walt Withman si viviera todavía y fuera alberdiano. Porque, vamos a ser sinceros: todo lo que se encuentra en ese lugar es rico y sin margen de error.
Punto a favor: si no sabés qué regalar a alguien en el día de su cumpleaños o ante cualquier evento, nunca vas a quedar mal si le llevás una torta de este local. Encima, salvo que quien lo reciba lo esconda en el fondo de algún lugar recóndito, vas a poder comer al menos una porción, claro.
Graciela Franceschini, tiene varias mesas con sillas coloridas que te esperan a que te sientes a desayunar o tomar el té. Porqué no, también para que vayas a cualquier hora del día cuando se te instaló un antojo tremendo por algo dulce que un simple alfajorcito de kiosco no va a detener.
Lo que a mí me gusta personalmente, es darme una vuelta después de hacer unas compras para buscar mi postre. Podés conseguir (mis preferidos) las porciones individuales de brownies o de lemmon pie. Los precios, bueno, no son baratos pero una vez que le des un mordisco a lo que compraste, te vuelve el alma.

Yo que vos paso, date un gustito y pedí un capuccino Franceschini (mi preferido, tiene dulce de leche), algún café o algún helado que es la especialidad de la casa (hay muchos sabores y todos muy ricos).
Tenés muchísimas opciones para acompañar lo que pidas, como por ejemplo mini tortas, sándwiches, alfajores, masas, tartas, tortas y tarteletas. Si estas a dieta no te lo recomiendo!
El local está siempre impecable, es colorido y siempre te atienden con buena onda. Es tranquilo, así que está muy bueno para ir a terminar un trabajo práctico de la facu o mandar algunos mails, sin mucho lío cerca.
Sin lugar a dudas es el lugar ideal para un buen desayuno o para el momento del brunch. El sándwich de jamón crudo está buenísimo, siempre que voy lo pido, y lo voy a seguir haciendo.