En la misma línea de la Casa Polaca(aunque no tan bueno) Turandot es de esos restaurantes a los que voy cuando se viene el fresquete. Es un restó de comida húngara, claramente no es una cocina habitual por estos lares, pero vale la pena probarla. Tiene mesas adentro y afuera. En invierno, las mesas de la vereda suelen estar a resguardo y con calefacción para que los fumadores no mueran en el intento. Hay lucecitas por todos lados que le dan una atmósfera cálida al lugar. La atención fue buena las dos veces que fuí. Atentos y amables. En cuanto a la comida: lo mejor es probar el goulash. Bien calórico para una noche fría. Este guiso con ñoquis liliputenses y estofado no puede fallar. Lo que me parece extrañísimo es que hayan agregado cocina peruana al restaurante… ¿alguien puede explicarme que tienen que ver los húngaros con los peruanos? Yo creo que la respuesta me la estoy perdiendo. Porque si te planteas que querés recuperar los sabores de la cocina europea… les aviso que Perú queda en otro continente. En fin, todavía me falta probar la novedad peruana en este lugar pero en lo que concierne a lo húngaro está muy bien.