Starbucks

Que puede decir de Starbucks que no se haya dicho antes??? Creo que es un lugar que esta bueno para sacarte de un apuro. Onda no desayunaste (como yo hoy) y siempre tenes uno cerca, la atención por lo general es rápida por lo tanto esta bueno para llevar.
Personalmente el café de ahí no me gusta y en materia de cositas dulces prefiero lo mas casero, pero no puedo negar que tienen bocha de variedades de bebidas frias o calientes que casi ningún lugar, que no sea Yankee las tiene.
Recomiendo totalmente los te son muy sabrosos y rendidores, suelo comprarme las cajitas para ksa.

Fui a eso de las 7:30 y estuve estudiando hasta las 11. Tienen todas las variedades habidas y por haber de combinaciones de mesa-​silla, pero definitivamente la mesada larga al fondo del local es la más cómoda para sentarse a estudiar. Tiene un enchufe a mano, así que podes ir con la compu sin batería.
Junio 2016: café del día + budín: $ 45. El budín es súper fresco y la porción es bastante grande.
Se vuelve un poco ruidoso a media mañana, pero nada que no se pueda soportar.
Seguro hay lugares con desayunos más ricos, pero es una buena opción para arrancar temprano (abre a las 7!!).

Lo lindo de este Starbucks es el patio que tiene, un poco de aire en pleno quilombo de Cabildo. Lo demás, igual que todos. Ahora en mayo tienen la promo del café del día, a 30 pesos, que varía entre colombia, brasil, sumatra y otras variedades. Podes pedirlo con leche.
Lo que noto es que sacaron el azúcar en sobrecitos… ahora tienen frascos. No se desde cuando, no me di cuenta.
Otro punto a favor, es que tienen un tacho con bolsas de café usado, para usar como abono en plantas. Para el que tiene jardín o plantitas está bueno… de paso cuidamos el planeta :)

Sólo vengo cuando hay alguna promo o cuando hay algún conocido (cosa de que me haga un descuento!). El precio no acompañà la calidad, sin embargo es un lugar al que uno viene por lo práctico antes que por lo bueno. De este local me gusta el patio, la mesa de trabajo (aunque siempre esta llena), y que me queda a dos cuadras de casa! El café sigue como siempre, pero lo que es comida bajo mínimo un 50% su calidad. Seguiré volviendo porque es una cita obligada de estudiante/​trabajador apurado/​transeúnte en busca de un respiro, pero hay cosas mejores y más baratas por la zona.

En algún momento de mi vida amé sb. Hoy en día es de las ultimas cadenas de cafetería que suelo elegir como primera opción. Sigo sosteniendo que lo que ofrecen para comer es muy rico y fresco. Pero sinceramente prefiero otros sitios.
Me gusta llevarme café al trabajo cuando voy caminando, esta sucursal me queda cerca de casa y hoy no pude resistir a la tentación del glorioso cartel ¨CAFÉ DEL DÍA 30 PE¨ de 7 a 12 hs.

Tercer café del día, tercera reunión en otro Starbucks, al parecer a mi asistente le cayo en gracia organizarme todas en distintas sucursales en el lapso de 3 horas… en fin
Llego pasado el mediodía, un poco más de gente que las experiencias anteriores, pero otra cosa no se puede esperar a esta hora y en la zona de Cabildo y Juramento.
Pido otro café, esta vez cambie por un Flat White con un Scon de 4 Quesos.
Buena atención, otra vez me dan dos bandejas, ni pregunto el motivo, pongo todo en una y me voy a sentar en una de las mesas altas con vista a la calle.
Buena señal de WiFi.
No es mala opción pero no vendría acá, teniendo tantos otros de la misma cadena por la zona, prefiero caminar y buscar uno mas cálido, tranquilo y en una zona menos transitada.
Aceptan tarjetas como en toda la cadena.

Un Starbucks de esos larguísimos en donde demoran en atenderte, demoran en cobrarte, demoran en darte la bebida. Demoran, básicamente.

Este local no me gusta… muy ruidoso y oscuro.
Tardaron 15 minutos en darme la bebida y ni siquiera me acisaron… simplemente me dejaron para el final.
Esta sucursal es bastante mala en comparación con el resto.

Otro más. Y van! Pero este es especial, por qué? ESTA EN LA ESQUINA DE MI CASA!
Es muy nuevo, abrió ayer. No es el primero que mire a cabildo. si mi memoria no falla hay 4 más. Pero en esta ubicación había que caminar muchas cuadras para encontrar uno. Cosa que no puede pasar (?)
Al abrir ayer esta todo nuevo e impecable y el salón no es realmente grande. Cosa que pasa mucho en los locales de esquina. Pero para mi en este caso suma. Hace de este lugar un espacio más reservado y no tan masivo o colapsado de gente. Tiene pinta de cerrar tarde tarde. Pero eso se los averiguo y les aviso, amiguitos.

Es más grande de lo que parece, solo tenés que mandarte al fondo de todo y vas a ver la amplitud.
Siempre que estoy por la tan transitada zona de Cabildo y Juramento entro al primer local que veo para hacer tiempo si tengo que esperar a alguien, y el elegido ese día fue éste local de Starbucks.
Para mi asombro era muy oscuro, teniendo en cuenta que mucha gente se sienta a estudiar me pareció raro. Como todo Starbucks suele estar lleno, y los sillones siempre ocupados así que me senté en el primer lugar que encontré.
Aumentaron mucho los precios, alrededor de 52 $ un frapuccino alto de Mocca (el tamaño más chico) y 24 $ un pan de queso miniatura… pero bueno gustos son gustos y el frapu de Starbucks ME EN CAN TA.
Tiene los baños subiendo por una escalera, pero no hay mesas en ese piso por lo que ténganlo en cuenta para no subir con la bandejita y no encontrar nada! No hay un cartel que diga «arriba están los baños» por eso lo aclaro.
En mi opinión le faltaba limpieza y un poco más de luz pero no es una mala opción para sentarte a merendar algo.

El clásico Starbucks, aunque un tanto ruidoso. La calidad se mantiene, pero prefiero locales más tranquilos, como el de lacroze o elcano

Starbucks se instaló en el país como un grande pero insisto en que es demasiado caro para un «café con medialuna». Ni siquiera un café super exquisito, es más bien pagar por la marca. Habitualmente, en otras partes del mundo, Starbucks es de lo más barato que hay.
En particular, el local de Cabildo y Echeverría está llenísimo y las mesas super ocupadas. Por ahí les queda chico el lugar para una zona tan transitada.
Cuando fui no me pareció muy limpio, el piso estaba pegajoso y las mesas (las únicas 2 chiquititias y libres) con residuos de clientes previos. Además la mesa de azúcares y servilletas estaba bastante vacía.

Es cierto, soy fan desde Cemento. Desde que abrieron el local de Florida 50. Miento como una colegiala: desde que Carry Bradshaw se iba a trabajar a Starbucks y se paseaba por Manhattan con un frapuchino en la mano, ¡ay, la envidiaba tanto!
Cuando abrieron acá (¿en 2008? ¿2009?) trabajaba a dos cuadras del local de Microcentro. Y mi compañera también era fan. Así que íbamos todos los días. Un día me encontré del otro lado del mostrador a un pibe que había conocido en un karaōke ese fin de semana y me fideilicé. Más.
Pensé en ciertos momentos, en directamente, transferirles parte de mi sueldo a principios de mes así era menos doloroso. Pero solo me calmé cuando me di cuenta de que estaba engordando mucho (probé todo su catálogo de pastelería y todas las bebidas, salvo las de frutas con base de crema porque no las entiendo).
Cuando quiero leer o estudiar posta (y no hay biblioteca al rededor), tomando un café o un chai (en saquito, el brebaje con leche que ya viene preparado es repudiable desde todos los puntos de vista), voy a Starbucks. Y cuando quiero llorar sin parar y que nadie me moleste mientras me atraganto con un muffin descomunalmente enorme también.

Al estar cerca de Cabildo y Juramento, a metros de la estación de la linea D, siempre hay gente. Mucha gente. Cola para pedir y pagar, cola para esperar el pedido. Y con suerte, podes encontrar un lugar para sentarte.
Si estas buscando un lugar para relajarte y tomar un café, o reunirte con amigos a conversar o estudiar, esta sucursal de Starbucks no es la mejor opción.
Este es un local de paso, compras y te vas a tomar a otro lugar.

En general, me gusta pasar por Starbucks a relajarme cuando tengo que hacer tiempo.
Pero este local es raro, no tiene ambiente cálido y tampoco llega a ser cómodo. Después de las 16 horas es imposible ir ya que hay demasiado ruido para relajarse, leer o hasta charlar a un nivel de voz normal.
Los baños están siempre sucios.

Este local es raro, no parece un típico Starbucks con ambiente cálido y lugar cómodo para estar. La decoración tiene mayormente metal y muchas barras, tienen algunos sillones como todos pero no muchos y es bastante ruidoso, no es recomendable para ir a estudiar o trabajar. La comida y el café, como en todos los Starbucks.

Me encanta el Capuchino, las opciones varias de café y sus cositas dulces para acompañarlos. También están buenos los sandwiches de pollo multicereal y el de pavita. El tosatado zafa. Obviamente la certeza del wi fi y aunque sea una tontera, amo sentirme un poquito cerca de los lugares y cosas que podés hacer en New York cuandpo estás allá.

Me encanta Starbucks, he de admitirlo, asi que cuando abrió esta sucursal hace poco más de dos años mi felicidad fue total, ya que quedaba a pocas cuadras de mi casa.
Al principio el servicio era cordial y eficiente, pero de un tiempo a esta parte el mismo decayó muchísimo. Baristas desatentos, cajeras desorientadas y que nunca, pero NUNCA, tienen cambio, servicio lento y por ende colas larguísimas para retirar el pedido.
Al estar estratégicamente ubicado en un punto neurálgico de la ciudad como lo es Cabildo y Juramento, el local está casi siempre lleno, por lo que deberían ponerse las pilas y contratar algunos empleados más para que el servicio sea más expeditivo.
El local es bastante amplio y en los días de calor se puede disfrutar del patio trasero. Lo malo es que no brilla por su limpieza, tardan en recoger los vasos de los clientes que ya se levantaron y eso no está bueno.
Un lugar del que soy habitué pero sólo por cercanía, me gustaría que mejoren el servicio.