Ralph´s Bistro & Bar

Gran, gran, gran desilusión. Comida mediocre; no llega a la altura de lo que podría ofrecer este bistró tan classy.
El lugar es HERMOSO. Es muy elegante y apunta a un público más bien mayor.
Debo reconocer que la atención fue buena, pero enumero las fallas que me hicieron restarle puntos:
— Bife de chorizo poco tierno. Además, lo pedimos a punto y el punto fue… dudoso. La temperatura del plato, polémica.
— Vinos caros. Los más accesibles (a partir de 230 pesos) no están disponibles (¿pequeña triquiñuela?).
— 50 pesos el cubierto (WTF 1), supongo que para justificar el mini tiradito de lenguado y tostadita con concassé de tomate de cortesía, los dos sets de cubiertos y un pequeño negroni. Blah…
— Botella de agua mineral de plástico (WTF 2).
— Smoked Tonic un poco pasado de «smoke» pero bien. Vamos a darle la derecha acá.
Excesivamente caro para lo que ofrecen. Para que se den una idea, cada plato ronda los 250 pesos. Volvería sólo a probar otros tragos en la barra, a comer definitivamente NO.

Nuestra experiencia en Ralph’s fue muy mala.
No recomendaría Ralph’s a nadie. Es un restaurante pretencioso que no logra cubrir ninguna de las expectativas que propone. A pocas cuadras, por el mismo precio pueden encontrar Casa Cruz donde la comida sí es buena y la atención es excelente.
Para comenzar, fuimos con motivo del BA Food Week; cuando llegamos al lugar preguntamos si había lugar disponible para el menú del Food Week y una vez que nos sentamos a la mesa, nos dieron el menú del Food Week y habíamos elegido los platos, nos pidieron disculpas y nos dijeron que era sólo con reserva, por lo que nos trajeron el otro menú, con la aclaración del mesero de que «más o menos con la bebida y la propina, cuesta lo mismo»… una actitud más digna de una fonda (sin desmerecerlas). Y no… no era lo mismo… costó dos veces más.
Más allá de eso, obviamente estábamos ahí, y decidimos quedarnos.
Los vinos que seleccionamos no estaban disponibles (elegimos 4)… las recomendaciones para reemplazarlos costaban 100 – 200 pesos más.
Cobraron 40 pesos el cubierto, y tuvimos que recordarles que nos trajeran el pan… con lo cual se excusaron.
Pedimos bife y lenguado. El lenguado estaba muy bien, en cambio el bife estaba duro y el puré de papas rústicas soso.
Cuando pedimos la cuenta, les pregunté cómo se llamaba el encargado, (no me quisieron decir el apellido) y me invitaron a hablar con él.
Cuando le dije que me había molestado lo sucedido… me dijo, que era un error de la página de Restorando y que en Ralph’s el servicio es excelente. Entonces le recordé que por normativa de la ciudad de Buenos Aires, si cobran cubiertos deberían proveer de pan, sal sin sodio, etc… me dijo que no estaba al tanto.
También le comenté que un Restaurante con las pretensiones de Ralph’s debería tener una carta de vinos mínimamente completa… y me aclaró que estaban teniendo problemas con la carta de vinos… gracioso.

Fuimos a tomar algo, el lugar es muy tranquilo ideal para ir en pareja o en una salida con pocas personas.
Nos sentamos en la barra y pedimos un trago cada uno. El mio fue el cucumber tonic, como mi bebida favorita es el gin siempre pido algo por el estilo. El trago estaba aguado, era puro hielo con un dejo de gin tonic, para la relación precio calidad esperaba un trago dónde se disfrutará el sabor, no un trago rebajado y pasado en hielo. La porción del vaso para tanto hielo bastante escasa…
En cuanto al ambiente era un sábado 12 de la noche y no había nadie., solo un par de mesas ocupadas.
Quedará la comida para la próxima, si es que hay.
Promete más de. lo que es.

Tuve mis dudas en la cantidad de estrellas… a ver mucho ruido pocas nueces. nose como catalogar este lugar.
El lugar en si es muy muy lindo, no muy grande, lo cual lo vuelve mas exclusivo. No es un resto cualquiera, de afuera no sabes bien que es, una gran e importante puerta y un seguridad que te abre la si reconoces el lugar.
Ni bien entras hay una pequeña recepción un tanto oscura al estilo speakeasy, dando luego lugar a un patio, que es muy lindo, pero no esta calefaccionado, asi que seria mas aprovechable para una noche de calorcito.
Adentro hay un par de livings bajos con silloncitos, y despues viene una barra larga y lo que sería el salon principal, con una mínima cantidad de mesas refiriendo de nuevo a algo no masivo y mas exclusive.
Su chef es el conocido Hernan Taina, lo que asegura la calidad y sabor en los platos, con una propuesta gourmet. Tienen variedad de tapas, pescados y mariscos y algo de fusión asiática. Muy rico el salmón y la burrata, como plato el ceviche exquisito.
Los puntos más negativos… su atención, si bien hay bastantes mozos siempre parecen ocupados y se toman sus tiempos. Probe 4 tragos distintos, ya que iba recomendada un poco por su barra (liderada por un team de Sebastian Garcia), y ninguno fue lo esperado, demasiado hielo y aguachentos todos. Y las porciones logicamente con lo justo.
La gente de 30 para arriba, dj en vivo pasando música, todas las semanas hay distintos ciclos.
Para ir una noche es una linda experiencia. Los findes tienen brunch. quizas el patio ahi puede andar.
Gossip Girl. podes encontrate con alguna cara conocida.
Reserva recomendada. sus precios un tanto caros.
Se pueden hacer eventos. buen spot! Y para el dress code ponele onda!