Desde que tengo uso de razón, existe esta panadería. Nunca vi que este local estuviera ocupado por otro negocio. Es que desde que nací fue el sitio donde mi familia de vez en cuando compraba el pan, pero sobre todo una torta magnífica de esas que se repetían en cada encuentro o reunión social. Esa torta que luego de probarla algún invitado, siempre preguntaba: «Che, decíme, y dónde la compraste?». Bueno, las mejores tortas de ricotta que se comían en mi casa siempre fueron de esta panadería. Las venden solas, o con la variante de dulce de leche, que las torna algo más pesadas. Venden también tortas de manzana(de puré, no con trozos) y pastafrolas. También facturas, macitas y vainillas de panadería, pero el fuerte ya les dije cuál es. Está un poco«quedada» quizás en el tiempo. Tampoco aceptan tarjetas. Pero está atendida por tres generaciones de panaderos(todos hombres!) y es un clásico de Villa Devoto que todavía resiste.