Fresolone es mi dentista por excelencia hace un par de años. La verdad que hoy en día es difícil conseguir un dentista como la gente. O son muy comerciales y sólo piensan en qué tratamiento caro ofrecerte, o no le dan importancia a nada. Así que lo conocí a Fresolone y me quedé chocha. Tiene muchos años, así como mucha experiencia. Se recibió en odontología en la Universidad de Buenos Aires y se especializa en implantes. Atiende a adultos y trabaja con varias obras sociales y prepagas, como la del Hospital Italiano por ejemplo. La sala de espera es adorable, llena de recortes antiguos de Mafalda, relacionados con el tema dentista. Lo único malo es que no tienen portero eléctrico y pueden tardar varios minutos en bajarte a abrir. La última vez que fui le pregunté acerca de hacerme un blanqueamiento dental, y me dijo«yo lo hago, pero están muy caros y aparte vos no tenés los dientes amarillos». Eso es tirarte la posta y no ser poco profesional y venderte algo que no necesitás.