Matteo

Habíamos leído sobre el baggel de pastron que había que probarlo y no desepciono! Muy rico! Como la limonada de menta y jengibre también recomendable! El lugar siempre esta lleno y capaz tengas que esperar unos minutos para sentarte pero la atención es rápida como el servicio de mesa!

Estábamos por Caballito con mi novio, y no sabíamos donde merendar, gracias a Unilocal encontramos este lugar. Pedimos limonada (bastante rica), tostados (nada fuera de lo común), y un bagel de pastrón con mostaza y cebollas caramelizadas que viene acompañado papas rústicas, esto último fue lo más, muy rico, me queda pendiente probar el de salmón.
Mi experiencia fue buena, es un lugar para merendar o para un brunch.

Fuimos Sabado al mediodia. Lleno y con espera!
Probamos la Ciabatta de pollo $ 100 (tiene espinaca cebolla caramelizada queso palta mayonesa) Riquisima! Es para 2 aunque el mozo no te avise!
Agua saborizada $ 34 y limonada con jengibre $ 48.
Aceptan Tarjeta y no cobran cubierto. Vayan!
Subo foto de los precios y Ciabatta

Fui hace una año y la verdad que tuve una experiencia malisima sobretodo con el servicio. Tardaron más de 45 minutos en traer unos cuantos cafés, tostadas y una chocotorta. Me pareció excesivo el tiempo de espera y la verdad que la calidad no me resultó buena.
Es un lindo lugar pero se queda ahí. Deja mucho que desear tanto la comida como el personal, y por supuesto que no vale la pena esperar tanto.
Hay demasiadas opciones alternativas para elegir en el barrio. No se ensarten!

Hacía mucho tiempo que quería conocer este lugar, porque los comentarios eran muy buenos y quería comprobar si estaban en lo cierto o no… EL LUGAR ES MUY BUENO!
Fuimos el sábado a la tarde con unas amigas a charlar y de paso comer algo rico, queda muy cerca de mi casa, un punto a favor, asique no dude en decirles que se vengan a caballito a ver qué onda el lugar.
Primero nos ubicamos en la parte de adelante, y hacía mucho calor, como si tuvieran la calefacción prendida, le preguntamos a una camarera y nos dijo que no llegaba el aire hasta ahí, que por eso hacia tanto calor, asique nos mudamos a una mesa bajita con silloncitos, muy linda, la anterior era una mesa común.
Todas pedimos la misma promo, con distintas tortas, café o té con porción de torta $ 92 marzo 2016. Pedimos chessecake común, chessecake de maracuyá y lemon pie.
Todo estaba riquísimo, me hubiera tomado más de un café, las porciones grandes y riquísimas, estaba muy tentada de comer chessecake y este en especial estaba delicioso! Lo recomiendo mucho, recomiendo ir temprano, fuimos tipo 16hs. Y había mesitas vacía, después de las 17 ya estaban esperando para sentarse, tiene unas lindas mesitas en la vereda.
Hay comida salada, creo que vi unos sandwichs, tienen tostadas francesas, que no en muchos lados vi.
La carta no es extensa, lo cual es bueno, y tienen mucha variedad de tortas, tartas, scones, budines… todo muy tentador.
La atención genial, la chica una genia, muy atenta y las cosas llegaron rápido, esto lo destaco porque en mucho lugares de Palermo, la cuna de los lugares para merendar, te tardan un montón en traerte un café con una medialuna. Acá desde que pedimos a que lo trajo no más de 10 min. Genial!

Un lugar con una ambientación muy linda y un ambiente muy tranquilo. La carta es concisa y dentro de todo variada. Fui con amigos y nos sentamos en el patio del local, que está al fondo, y para nuestro alivio en un día de mucho calor, estaba techado y con aire acondicionado.
La atención que, por lo que se ve en otras reseñas, suele no ser muy buena, en este caso, estuvo bien. El mozo que nos atendió nos tomó los pedidos y a los 15 minutos ya llegó nuestra comida. Pedimos un sándwich de bondiola, una bocchiata vegetariana, un wrap matteo, un croque madame y una ensalada César. En general todo estaba muy bien, salvo que cabe advertir que el sándwich de bondiola no es muy abundante y que la ensalada César es enorme.
Los postres no se quedan atrás y son una bomba: compartimos una porción de cheesecake de frutos rojos y una tarta de brownie para compartir entre 4 y son, sinceramente, exquisitos y muy, muy llenadores.
Es un lugar recomendable para ir con amigos o en pareja. Tuvimos una linda experiencia, sobretodo en Caballito que no abundan estos lugares.

No voy a mentirme a mi misma y voy a puntuar como me pareció en términos GENERALES ir a Matteo.
Siendo un local semi nuevo en el barrio y tan concurrido, me llamaba la atención.
Fui con mi novio un sábado a la tarde y estaba casi lleno. De casualidad encontré una mesa y nos sentamos al lado de una columna hiper apretados.
Las mesas y sillas son de madera, no muy cómodas. Pero si tenés suerte puede que te sientes en los sillones y bancos que hay en el local.
Había solo DOS mozos atendiendo por lo que tardaron en darse cuenta que había gente nueva esperando la carta. Tuvimos que pedirla nosotros (puntísimo en contra). Luego de eso, estuve 25 min esperando que me traigan dos café con leche y dos medialunas con jamón y queso. Yo no puedo entender que siendo algo tan simple se haya tardado tanto. Es una falta de respeto total. O contratan más personal o no se dediquen a tener un local.
Ganas de volver: NULAS.
Gracias por todo, mejor era no conocerlos.

Voy a ser demoledora porque un lugar que ya tiene un tiempo en el barrio no puede no dar abasto un sábado a las 4 de la tarde con 4 mozos y pocas mesas.
Llegamos y nos pasaban los mozos por al lado sin notar que la mesa estaba sucia. Tuvimos que pedir por favor que vengan a limpiar. Lo hicieron para luego ignorarnos una vez más. Nunca llegó la carta. Hubo que pedirla a una camarera apurada, cuya cara decía «Cómo me rompen las bolas, eh». Al ver la reacción, levantamos los petates y nos fuimos sin probar ni un café.
Los dueños no son del palo de la gastronomía (antes era un local de decoración) y eso se nota a la legua.
Evitenlo.

Muy bueno. Faltan este tipo de opciones por Caballito, y Matteo aprovecha eso y lo hace bien.
Antiguamente era un local que vendía productos para la casa, lo remodelaron y lo hicieron café. Un acierto.
Lo mejor que tienen es la limonada, el cheesecake y el roll de canela.
Así como la ambientación es «palermitana», la atención también, por lo que la atención es lenta. Igualmente lo recomiendo.

Llegué a este lugar buscando un lugar decente en Caballito para el brunch. Spoiler: no lo encontré.
El local es bastante ruidoso, horriblemente decorado con ese estilo «shabby chic» todo rosado y pasteloso.
La atención, quisiera decir despersonalizada pero es poco, se nota las pocas ganas con las que te atienden. No te retiran el plato cuando terminaste de comer, no te preguntan si estuvo todo bien, entre otros detalles.
Me pedí un bagel de salmón que vino rápido pero estaba seco, ya desde la pobre presentación se notaba. Después me pedí un café con leche que llegó frío y un carrot cake que adivinen qué? También estaba seco y se desarmaba todo como esos pan dulces baratos.
Los precios no son accesibles, por los mismos valores podés brunchear en Café Crespín que es CELESTIAL o Malvón incluso.

Volví a ir. Estoy enojada con este lugar, siguen teniendo el mismo problema interno con la atención. 25 – 30 la plaza, cuatro mozos, un bachero que sale permanentemente, un adicionista y un barista. Podés estar +20 minutos hasta que alguien te mire para atenderte, pueden traerte el café sin edulcorante, el postre sin cuchara, la comida sin cubiertos, traen mal la cuenta de lo que consumis al final y 20′ después de que la pediste.
Si tenés tiempo para perder, lo que hacen en la cocina, es mágico. Es realmente una pena que una cocina tan buena como la de Matteo se vea afectada por la inoperancia de los mozos que parecieran estar en un limbo, quizá las plazas no están divididas por mozo, quizá la adicionista les pide determinado requerimiento que hace que la atención tarde tanto o quizá fue una mala elección de quienes seleccionaron al personal.
Si es que vas, pedite el cheesecake y desmayate.

El lugar es muy lindo y tranquilo. Coincido en que su estética es muy palermitana y no hay otros así en Caballito. Poco ruidoso para el movimiento que tiene. Un acierto físico es que aprovecharon que es alargado para tener ubicaciones tanto en el ventanal de la vereda, como al fondo que es un poco menos expuesto.
Los baños súper limpios.
Lo elegiría mucho para venir a estudiar o trabajar en la semana.
El menú es poco pretencioso, pero todo lo que vi parece bien hecho. Aclaro que hablo de ojo porque sólo probé el licuado de frutilla y naranja, que está delicioso. Viene en botellita de 500ml y cuesta 45p.
Hay varias promos de merienda bastante tentadoras. Volveré…

Muuuy lindo lugar! Un espacio como si fuera parlermitano, pero en Caballito. La verdad que en esta zona hacia falta algo así.
La atención es muy buena y, cuando fui yo, rápida, aún estando lleno.
Probé la limonada, muy rica! Se puede pedir un vaso, que es mediano, o en botella. De lo dulce pedí la carrot cake, que la verdad no me gustó mucho. Era bastante seca, parecida a las que hacían en Starbucks, y la crema que tenía arriba me pareció fea. Sin embargo considero que solamente no es su punto fuerte, ya que el resto de las cosas se veían muy buenas. (Las tostadas de pan negro y el rol de canela por ejemplo!)
Buen lugar para volver cuando ande por la zona. Además es barato comparado con otros de su misma calidad pero diferente zona. (Limonada $ 36 y porción abundante de carrot cake $ 25)

Me encanto este lugar, comida rica, muy bien ambientado y un precio razonable. Lo único que no me gusto, es que hasta el patio de atrás no llegaba la señal de wi-​fi y eso para un Unilocaler es la muerte en forma lenta y dolorosa.
Fuimos un domingo a almorzar pero la recomendación del lugar son las meriendas, porque es tipo una casa de tè con mucha onda. Por eso, el menù que encontraras de comidas es muy básico, tipo ensaladas, wrap, tostados, hamburguesas y algo así rapidito.
El precio esta dentro de todo bien y la ubicación muy bien, cerca de parque Rivadavia, así que antes o después de tu estadía por el local, te vas un rato al aire libre… recomendacion!

Woha, como se me pasó reseñar Matteo?
Si bien es de los primeros lugares que el barrio está teniendo con un estilo «palermitano», llegó para quedarse.
La variedad de comidas no es taaan amplia, pero es lo justo y necesario para el lugar.
Hay unos sanguchitos con salmón (sí, salmón), que te dan ganas de comerte mil seguidos.
Tienen muuchas opciones vegetarianas para quienes no son adeptos a la comida especista.
En cuanto al desayuno/​merienda. Siempre que voy, mi clásico es el submarino (dato de color: la barrita de chocolate tiene forma de submarino, amé). Buenas porciones de tortas y ricas.
Como anteriormente era una casa de decoración, como les sobraron cosas que no habían vendido, hay un pequeño rincon con almohadones, tazas, repasadores y de más que estan a la venta.
Lo único que se podría «criticar», es que tienen pocas mozas, pero siempre tratan de atender lo más rápido y lo hacen con la mejor de las ondas.

Excelente opción en Caballito para desayuno, almuerzo y te.
El wrap Matteo es ideal para el almuerzo: riquísimo y buen precio.
Cheesecake de los buenos.
Contraseña de wifi: Matteo124

Ay que belleza de lugar!!! Como otros ya mencionaron en reseñas anteriores, este barcito de Caballito tiene una onda palermitana. Está minuciosamente decorado de diferentes colores, sin ser un cachivache. Podemos encontrar escaleras de pintor y un sector con manualidades para comprar.
Como desde hace unas semanas estoy comiendo de manera más saludable, este lugar me vino al pelo. Acá podemos encontrar tartas de calabaza y queso con masa de pan integral o ciabattas de verdura. Todo riquísimo y saludable.
Pedí para llevar ya que trabajo cerca de ahí y me dieron para amenizar las espera unos cuadraditos de chocolate tipo brownies. Se puede decir que estos chicos están en todo.
Los precios no son caros y la verdad que vale la pena darle una chance a este lugar.

Es un lugar palermitano en el corazòn de Caballito. Fui a almorzar un feriado con mi hija y fuimos directamente al fondo donde hay un patio muy lindo con plantas en las paredes y varias mesas bien puestas no amontonadas.
Pedimos una hamburguesa completa (viene con papas rùsticas) y un bagel de pastrami (también con papas), una limonada con jengibre y un agua sin gas.
La verdad excelente la calidad de todo y a un muy buen precio, ya que no llegamos a pagar más de $ 180 cuando en una cadena de fast food por mucho menos de comida casi gastas lo mismo.
El pan de la hamburguesa un escándalo de rico y muuuy grande y rellena.
Sin dudas volveré por lo dulce que me tentó mucho pero no podiamos más!

El estilo palermitano llegó a Caballito. Una nueva propuesta en el barrio que busca imitar a Pani y lo logra parcialmente.
Ubicada sobre la Av. José María Moreno, que es una avenida arteria del barrio, la primera impresión que te deja esta cafetería visto desde afuera es que es uno mas, dado que la fachada es pequeña y pasa un poco desapercibida por el alto tránsito y la saturación de la mencionada avenida.
Gracias a Unilocal y sus reseñas me agendé el sitio y fui un día a merendar. El ruido ambiente del lugar es bajo y las mesas son chicas, con una distribución tipo pasillo hacia el fondo. Ideal para ir solo o en pareja. La decoración es bastante girly con almohadones y teteras colorinches.
Afortunadamente la experiencia fue positiva. Los precios son moderados y degusté un café con leche con cheesecake de maracuyá, que estuvo delicioso.
Repitiendo la visita al lugar, fui otro día a almorzar y pedí un bagel de salmón con limonada, que te cuesta lo mismo que un combo premium en cadena de fast food y es mucho mas nutritivo y delicioso.
La atención es buena, con camareras muy amables y cuenta con WIFI que anda muy bien.
La alta demanda que tiene el lugar habla por si mismo, lo cual aplaudo y espero el surgimiento de mas emprendimientos similares.

Prejuzgué a Matteo y no fui con muchas expectativas porque tenemos recontra vistos a este tipo de lugares (abrió hace poco, en Caballito las tendencias llegan con delay): desayunos, almuerzos, meriendas, café mediopelo, mala atención, mesas comunitarias, sillas de colores, decoración simil vintage medio minitah.
Pero me gustó. Almorcé un bagel de pastrón con cebolllas caremelizadas y mostaza que estaba muy rico aunque si hubiese venido tostado era mejor. Me hablaron muy bien de la pastelería y realmente había varias opciones tentadoras, así que volveré.
Atención perfecta, buena wifi y precios razonables.