Mandarina´s Cafe Pizza & Champagne

No suelo ser tan dura con las estrellas que pongo en general, pero la verdad que para ser honestos más que 2 merecería 1, pero tampoco voy a ser del todo dura…,
El lugar en una esquina apartada de Núñez, ambiente intimista (se supone ideal para citas) a media luz (casi nada), casi como si fuese a la luz de las velas… Es un local chiquito, no hay muchas mesas y el jueves había 5 en total ocupadas. Hay un piano que según supe suele ser tocado por un músico que interpreto hace la noche más romántica (no fue ese día al pianista, pero es un detalle que no resta estrellas).
Eso en cuanto al ambiente… Que es lo que creo que se lleva el total de estrellas.,
Ahora viene lo que es importante… El servicio… Bueno… nos toco una moza (recordar detalle de lugar con pocas mesas) que apenas nos sentamos nos ofreció una copa de champaña, la cual aceptamos… Luego nos trajo la carta, y la verdad no la mire, habiamos decidido comer tabla de quesos y vino, y eso pedimos. El vino que pedimos no lo tenían… Así que ellos nos trajeron uno de la misma cepa que era el único que tenían… Y pedimos la tabla de quesos… luego de 20 minutos aprox la moza se acerca y nos pregunta que habíamos pedido porque se olvido… (Ok voy a pensar que era nueva y pobre. Puede pasar…) a los 10 minutos vuelve y nos repregunta lo mismo (ok… Ya creo que estás en otro planeta y capaz no deberías de haber venido a trabajar…) y bueno finalmente llegó., y que llegó…una picada… Si… jamón cocido, jamón crudo, sálamines… Y el queso? Bien gracias… Lo más cómico fue que cuando lo trajo nos dijo: «acá está su tabla de quesos» … Yo en lo personal lo hubiese devuelto y hasta me hubiese ido… Pero mi compañía decidió que estaba ok igual, y comimos picada… La verdad bastante precaria… Pero a esta altura ya que decir… Terminamos, pedimos la cuenta y nos salió la módica? suma de $ 780. La verdad sé que hoy no hay parámetro de lo caro barato o en precio… Pero creo que para lo que fue… No valió en lo absoluto ese precio… Volver a darle otra oportunidad? Con esa plata lo dudoooooo…

Mandarina es un restó chiquito, muy bien emplazado en una esquina tranquila. La luz es muy tenue, iluminan básicamente con velas (al punto que para leer la carta, te dan una linternita de mano).
Tienen un menú conformado por pizzas, pastas y creppes. Muchos creppes.
Trabajan línea Pepsi.
El ambiente es íntimo y silencioso y la música que ponen ayuda a que la experiencia sea sensorial y lo abarque todo.
Cuando te reciben te traen pancito de pizza con una cremita para picotear mientras pedís, y después traen la panera definitiva, con pancitos calentitos, recién salidos del horno, muy geniales.
Pedí unos fettuccine a la carbonara y mi novio pidió unos sorrentinos de calabaza y cuatro quesos. Las pastas estaban muy bien, aunque no eran para 5 puntos.
Los precios son accesibles, $$.
Vayan!

Regenial.
La onda del lugar es hipergalacticamente íntima. Voy con mi esposa cada vez que podemos, pq nos encanta estar en ese ambiente tenue, suave, disperso. «We feel thin… stretched. Like butter scraped over too much bread», diría alguien que yo sé.
Las pastas son lo mas. Las pizzas estan muy buenas, pero para mi, no son la especialidad de la casa como sí rebanco las pastas y las salsas que hacen. De vinos no sé mucho pero hay para elegir una carta digna. Los precios son de por sí, acordes a un lugar chico y reservado. O sea, quizas un poquito salados. Pero vale 100% la pena y si dispones de Club LN, hay descuento importante (20% off en efectivo, al dia de la fecha… se puede hacer chivo?).
Ademas, ahora agregaron pianista! El buen hombre toca jazz *facil de escuchar* y algunas adaptaciones jazzeras de conocidos temas pop/​rock, a un volumen cómodo para los comensales y con pausas continuas, por lo que se vuelve una compañia bienvenida y no un «uff… otra vez?».
Nada, no vayas a festejar tu cumple ahi a no ser que seas el cantante de Morphine, pero para salir en pareja, no la podés pifiar. TODA la onda.

Querés pasar desapercibido, ser atendido bien y comer buenas pastas? Este es tu lugar. El restaurant es tan oscuro que la carta la traen junto a una linterna. Sólo unas pocas luces y velas iluminan el lugar, lo que hace un ambiente súper romántico. La zona es tranquila y es fácil estacionar cerca. Sin duda el secreto mejor guardado de Nuñez está en Mandarinas Café.

Lo interesante de Mandarina´s es el ambiente, el romanticismo de las velas y su decoración, que además prestan a que todos los comensales hablen en voz baja y esto da como resultado una maravillosa sensación de intimidad.
La carta de comida es bastante escueta: pizza, pasta y creepes y de la vinos es normal. A mi gusto, los precios son caros de acuerdo al menú y los platos no sorprenden demasiado.
Creo que tenían descuento pero solo con pago en efectivo.

Mandarina’s Café está ubicado en una esquina, en el medio del barrio de Núñez, alejado de todos los locales comerciales. Cuando llegamos, desde lejos parecía cerrado, porque no tiene luces prendidas. Está iluminado únicamente con velas y hay una luz muy tenue que viene de las arañas colgadas del techo. Eso es lo que le da un toque único al lugar.
Las paredes son de ladrillo a la vista y las mesas son todas distintas entre sí. Hay mesas altas, bajas, livings con sillones y mesas en la vereda. Me pareció un lugar romántico por excelencia, una gran opción para sorprender a tu novia: realmente parece salido de una película. Cuando llegás te sirven una copa de champagne y un platito con porciones de pizza finitas y una salsita. Divino.
Nosotros pedimos un calzone de jamón crudo para compartir y estaba riquísimo. Otro plato que nos llamó la atención fueron los crepes salados y dulces, que tienen mucha variedad, pero quedarán para otra ocasión. Lo negativo es el precio: es bastante caro, sobre todo porque el servicio de mesa sale $ 18 y las gaseosas $ 27. Pero vale la pena la experiencia: el lugar definitivamente te enamora.