Johnny B. Good

Olha, muito massa, muito bom. Comida sem igual, perfeita, melhor da vida. Mas, porém, pero, contudo, todavia, entretanto, extremamente caro. VLW

El que conoce johnny de otro lado (Rosario o Córdoba por ejemplo) no se va a sorprender. La misma carta, el mismo menú; pero lo que es mas importante es que también la misma calidad. Ideal para hacer after office, con una amplia carta de tragos y a buen precio (por lo que vi, por la zona no hay 2×1 sino 2x$ 150) con un autentico happy hour. Para comer, lo mejor son las tablas para compartir. El espacio es medio chico, pero es cómodo. Una buena opción para relajarse luego del trabajo

4 estrellas porque estoy copeteada. Obviamente a esta altura el mejor bar por traer los tragos a tiempo.
Creo que esta reseña no vale.
Ja.

Fui a almorzar un mediodía de verano, cuando tuve la oportunidad de trabajar por la zona de Puerto Madero. El sitio está re lindo, está muy bien decorado con cosas musicales, guitarras, fotos de cantantes, etc., en cuanto a ambientación está muy bueno.
El baño es muy limpio y estéticamente bello, está abajo donde hay también una zona más «vip», con silloncitos (en la Planta Baja es todo mesas y barras). Se ve que de tardecita-​noche se pone muy onda after, pero está bueno que tenga posibilidad de ir a almorzar. La atención un poco lenta, pero los mozos simpáticos.
Pedí el menú del día, al respecto tengo que decir que la porción era MUY GRANDE. Excesivamente grande, yo siempre trato de comer todo pero realmente no pude. La comida era rica pero era un almuerzo normal. Un poco caro.
Lo que era exponencialmente rico fue el postre que venía con el ´menú: helado de limón y mousse de maracuyá. Delicia de combinación y un muy buen helado de limón (NdR: desde siempre pido limón+menta granizada, soy catadora oficial del helado de limón). Y el maracuyá era de verdad. ¡Qué ganas de ir de nuevo, a por ese postre!

Lo descubrí de casualidad cuando volvíamos del museo del humor que por cierto estaba cerrado porque no había LUZ y cuando estábamos volviendo, volvió! Cansados de ira hasta allá ida y vuelta sin poder ver nada decidimos ir a comer en vez de seguir dando vueltas porque no la estábamos pegando con el paseo.
La ambientación es un DIEZ! Realmente muuuuuy lindo todo. Jamas vi tantos platillos y guitarras juntas jajajaja imposible parar de admirar todo. Muy bien iluminado ademas.
Hubo que esperar media hora porque el lugar estaba lleno. El servicio LETISIMO mil años en traerte la comida. Cuando finalmente llego teníamos tanta hambre que devoramos todo en 15 min. Muy rico todo pero para lo que sale esperaba porciones mas abundantes (como lo muestra la foto de la carta). No es nada barato comer aca pero por ahi no sale tanto si aprovechas el 2×1 y vas a tomar algo.
La idea para la segunda visita era solo tomar algo pero tardaron mas de 20 min en traernos la carta y habían pasado otros 15 y las mozas estaban charlando y ni bola a los clientes. Nos calentamos y nos fuimos PERO NOS ACORRALARON ENTRE DOS A LA SALIDA Y NOS PREGUNTARON PORQUE NOS ÍBAMOS! Que caraduras! Si se la pasan charlando giladas sin atender a la gente no es mi culpa. Le dije que solo tenia 40 min libres para tomar algo y la espera era demasiada.
LOS BAÑOS SON LO PEORRR. Fui y no pude hacer nada porque esta dividido con el de al lado con un vidrio templado en donde se ve todo lo que hace la otra persona y por ende te ven a vos también. ME sentí muy incomoda y salí, espere un poco para que no haya nadie pero era imposible porque siempre entraba y salia gente así que ni pude mear :(

Johnny, QUE TOPETITUD CARGÁS!
Ubicado en una zona hermosa de Buenos Aires como es Puerto Madero, éste bar tiene todo lo que quieren las guachas. No, bueno, tiene toda la onda del mundo, MUCHO ROCK-​POP, murales enormes con frases y fotos de íconos de la música, muchos carteles con frases que «inspiran», una barra de tragos muy grande preparada para abastecer a una catarbada de personas dispuestas a tomar alcohol toda la noche.
Fuimos un viernes de after, sin reserva y la verdad que no pudimos aprovechar el happy hour como hubiéramos querido porque estaba explotado de gente.
Nos sentamos un ratito en la barra, dónde nos trataron de manera excepcional, muy amenos y divertidos a la hora de comentarnos los tragos y las propuestas.
Pedimos un par de cocktails que estaban muy sabrosos y dos fuentes de papas con queso, panceta y cebolla de verdeo que estaban muuuuuy buenas.
La moza nos reubicó en una mesa afuera dónde pasamos la velada completa bebiendo cerveza tirada y a mitad de noche me trajeron una torta (sin cargo) riquisima con una estrellita y vela para festejar mi cumpleaños.
El lugar está divino, pero para ir una vez cada tanto porque sus precios son ELEVADISIMOS.
PD: abrieron una sucursal ayer en Neuquén capital.

Bueno, a mí me encantó.
Lo único que aclaro de entrada, es que NO vayan esperando una buena atención porque es deplorable. Mozas desganadas, mala onda, descuidadas, me trajeron un trago en lugar de un plato porque una escuchó mal y ni se disculparon y lo cambiaron con mala cara. Me sentaron donde quisieron porque pedí mesa en otro lugar y me dijeron «bueno pero ya te la armamos acá». Chotas, bah. Pero bueno, en nuestro caso se reflejó en la propina y a otra cosa mariposa. No tengo más ganas de enroscarme con estas cosas y preferimos disfrutar.
El lugar es divino y con una ubicación realmente privilegiada, espacioso, con una decoración impecable. Estuvimos en la terraza con un dj en vivo que pasó una musica espectacular. El público es joven, con onda y relajado. Es un lugar que te invita a quedarte a pasar un buen rato sobre todo si la noche acompaña porque esa terracita es un oasis.
La comida está tremenda, típica comida yankee bomba, con exceso de calorías, grasa y amor. Hay una variedad de tragos increíble y en la carta hay descripción con foto de los mismos (muy bien con eso!). La oferta de cervezas es un poco escasa.
Si tenes tarjeta amex hay 20% de descuento en algunos platos y tragos. También hay 2×1 pero hasta las 21hs y fuimos más tarde.
Los precios son elevados, pero no imposibles, teniendo en cuenta que está en pleno Puerto Madero. Gastamos $ 1500 entre cuatro personas pero sobró comida porque las porciones son asesinas.
Es un lugar para ir en grupo o en pareja, pero no lo recomiendo para una primera cita por el ambiente ruidoso y por la comida que de tan grasosa te puede enchastrar (?) y quedas como el OGT.
Me fui con muchas ganas de volver.

Fui una sola vez a este bar por el cumple de una amiga, con reserva previa para tener una mesa grande y al aire libre porque somos casi todas fumadoras. reservamos temprano para aprovechar al happy hour hasta las 21.
Con respecto a los tragos me ENCANTÓ que la carta esté separada por tipo de alcohol y marca y que cada uno tenga foto ilustrativa porque me pasó mil veces pedirme un trago pensando que venía en vaso «normal» y me venga en mini vaso o copita que te lo terminás en 2 sorbos. Al lado de cada nombre del trago se indica si está incluido o no en el happy hour, pero la verdad es que la mayoría están. Rondan los $ 100-​$ 130.
La atención de los mozos fue buena, muy simpáticos y más aún teniendo en cuenta que eramos un grupo grande y a veces los volvíamos locos para pedir, el problema fue la barra que demoraba muchísimo en traer los tragos (la birra sí salió rápido). Desde que pedí el trago hasta que llegó habrán pasado 40 minutos, después tuve en cuenta esta demora y ya iba pidiendo los tragos con muuucha anticipación.
Para comer pedimos unas papas que venían con mucha muzzarella, algo de cheddar y muy poquita panceta, la porción era abundante y unas bruschettas bastante ricas, porción normal. Pedimos comida solo porque planeabamos quedarnos tomando ahi y moríamos de hambre pero todo es CARISIMO. Carisimo nivel no puedo creer que me quieras cobrar un sánguche de pollo $ 180 pesos.
El sector de afuera lo recomiendo para ir en grupos de amigos porque la música está bastante alta (el día que fui yo había un «dj» pasando temas) e inevitablemente tenés que estar a los gritos. Por lo que vi cuando fui al baño adentro es un poco más tranqui si bien hay música y en el subsuelo hay un clima más íntimo aún, como para ir en pareja o de cita.
Me parece una buena opción de after para los que trabajan en microcentro y buscan una alternativa a los barcitos chiquitos de la zona y quieren algo más al aire libre.

Mis amigas insisten con este lugar y yo no quiero volver más por varios motivos.
Es un bar enorme en Puerto Madero que promete un montón pero es malo con ganas de ser malo. Los precios de los tragos son caros y no todos entran en el happy hour. Mis amigas habían llegado antes, nos sumamos dos más a la mesa y otra que Búsqueda implacable para que te vean y te traigan la carta (de hecho, una se sacrificó por el grupo y se paró a buscarla). Cuando decidimos, pedimos un trago cada una, unas muzzarellitas, aros de cebolla y pollo para picar. Las muzzarellas son grandes pero llegaron tibias tirando a frías al igual que los aros. Solamente el pollo estaba bien.
Lo interesante viene ahora: esperamos 50 minutos (sí, de verdad) para que nos traigan algo de ese pedido. De hecho trajeron primero la comida que los tragos (?). Para peor, mi trago tenía medio centímetro de azúcar en el fondo. Mirá que me gusta lo dulce, pero era imposible de tomar. Cuando me traen el segundo del happy hour, era otro trago totalmente diferente. parecía el mismo, pero de gusto era diferente (la que parece de limón es de jamaica pero sabe a tamarindo).
Pedir la cuenta fue esperar otra vez. No apto para ansiosos.
Reitero que solo voy por mis amigas. Jamás lo elegiría. Si pago zona, que la calidad esté a la altura también y Johnny B. Good no lo está.

Went there on my anniversary! Spent in total almost 2 hours and we only manage to get out drinks served!!! And the second one just arrive because happy hour was coming to an end! Really disappointing!

Fui con un grupo de amigos. El lugar es grande y muy bien ambientado, cómodo y pasan buena música. Los tragos y la comida son muy buenos en general, pero los precios son altísimos, por lo que la relación calidad/​precio no termina siendo una maravilla digamos. De todos modos es esperable por su ubicación. La atención es buena, pero a veces tardan un poco más de lo esperable, tanto en venir a atender a la mesa como en traer los pedidos

Fui un sabado de mucho calor, demasiado sol; un dia pegajoso como quien dice. Estaba por Pto Madero y dicidi tomarme unas cervezas con un amigo. Me habian hablado de este resto-​bar con una tematica muy rockera y decidi darle una oportunidad. Fui al mediodia, habia poca clientela, por lo que tuve una rapida atencion por parte de los camareros. Las opciones a la hora de decidir que comer son reducidas, pero aceptables y sabrosas.
Rescato la vista. la musica y la tematica.
Pedimos 2 cervezas Corona, y una porcion de Chicken Quesadilla. Decidimos compartir las quesadillas, ya que estabamos de paso y queria «picar» algo. Estaban ricas, pero no se caracterizan por su abundancia.
Lo recomiendo para tomar algo y picar algo como brunch, pero no lo tendria como primera opcion.

Restaurant is located near the Hilton and has indoor and outdoor seating. The food on the menu looked good so I tried the «Thunder Beef». It’s ok, not the best. Don’t order a side salad unless you like soggy lettuce. The service isn’t the most attentive either. We had to wait a while until we flagged a waitress to attend us. The food took a little longer than expected too. They also charge you for water. Again, this was my experience.

Food was terrible, service was slow and non-​existent. We were charged for 4 drinks when we ordered 2, the stale bread was brought to the table but we were not told that they charge for bread. The manager «did us a favor» and removed the 2 drinks we never ordered, received or drank and was completely rude when I confronted him about the charge on the bread. Actually he was a complete d%ck about it.

Fuimos por el cumpleaños de una amiga ayer viernes feriado a la noche. Por los comentarios que había leído estaba bastante desconfiada. La verdad no sé si tuvimos suerte o las cosas cambiaron pero estuvo súper bien.
Nos ubicaron en una mesa afuera, si bien habíamos pedido que cualquier cosa nos reubicaran dentro enseguida prendieron la calefacción y estuvimos genial.
Nos atendieron rápido, y hasta nos regalaron una mini torta para el festejo.
Los tragos riquísimos, no salí de mi clásica caipijagger y para rematar le entramos q unas papas con queso terribles!
Está para volver

La conveniencia es que está justo en el dock donde laburo y la lluvia no estaba para buscar más opciones en la zona.
Aprovechamos el happy hour de 2×1 en cerveza Stella tirada acompañada de papas fritas con cheddar y panceta. Las papas son de paquete, que les cuesta incluir papas «reales».
La atención ha mejorado un poco pero sigue siendo deficiente; no se explica que tarde tanto una moza en traer dos cervezas tiradas, eso que tengan un mozo que tome el pedido y otro que luego lo acompañe a servir es muy pero muy extraño y hace que el factor tardanza siempre esté presente.
Resalto los baños; siempre que he visitado el sitio los baños están limpisimos, ademas que el diseño es precioso, igual que el resto del sitio.

El servicio es lento. 30 minutos de espera por una ensalada. El encargado Simón es un amor pero tiene cero sentido de la urgencia o atención a los detalles. Me regalo un postre que jamás trajeron.
30 pesos el servicio de mesa que incluye media panera con mayonesa. Un mantel de papel y servilletas iguales.
La comida buena pero demasiado esfuerzo en la ambientación y muy poco en la cocina y el servicio.

No sería habitué de Johnny B. Good en ninguna de mis vidas, pero un viernes a la tardecita, Menemato y Puerto Madero están más que bien.
El lugar esta muy bien puesto, ubicado al lado del rio lo que genera un ambiente excelente cuando baja el sol, acompañado por un dj, ideal para el after-​office. Como si esto no fuera suficiente, de 18 a 21 hay happy hour lo que genera el combo perfecto (ojo, checkear bien que por ejemplo algunas cervezas no entran en el happy hour). Tienen una gran carta de tragos, con mucha variedad y algunos tragos bastante originales, de precios es bastante carito pero si caés dentro del happy hour se vuelve bastante razonable.
En cuanto a la comida, tiene varias opciones de cosas para picar que estan bien preparadas, personalmente consumí un show de fritatas que pasaron la prueba con creces, ni gusto a aceite quemado ni humedad, cocción perfecta y sabor también.
Para sentarse hay para todos los gustos, afuera al aire libre, afuera bajo un toldito con calefa, adentro en el quilombo, adentro más tranqui y abajo tiene un espacio bastante «privado». Una cosa que me llamó la atención y que si estas un toque entonado puede ser la muerte son los baños, DEMASIADO espejo y una entrada en común a los dos baños pueden generar confusiones bastante complicadas…

Me encanta este bar, lo conocí en Rosario y ahora me vengo a enterar que hay uno acá en Puerto Madero y que hace poco cumplió su primer aniversario. El lugar de la ubicación es estratégico, ya que podes optar por el ambiente cerrado y el abierto al aire libre, con el agua de fondo como paisaje ideal de una noche de verano.
Los tragos son riquisimos, su comida es muy al estilo norteamericano y sus postres una delicia.
Es ideal para ir en pareja o con amigos. Lo bueno que tiene es que no es un lugar típico de fines de semana, si bien estará mas colmado de gente que un lunes o martes, es una buena elección para ir después del trabajo tipo «after office» o a cenar en grupos. No se si es el lugar para una primera cita, lo veo mas ameno para a disfrutar con tres o mas personas.
La decoración con luces y guitarras en la pared lo hace muy al estilo Hard Rock Café, con la diferencia que son instrumentos comunes, no de ningún artista reconocido. A veces tienen Dj´s en vivo, lo cual tb lo hace un lugar muy copado.

Johnny B. Good es un bar restaurante temático musical, cuyo principal propósito es ofrecer a sus comensales un espacio donde pasar un momento divertido y placentero. Se trata de una propuesta innovadora y diferente, en la que se destacan la ambientación, la gastronomía. Uno de sus locales podemos encontrarlo en el barrio de Puerto Madero, que ofrece una ambientación moderna con materiales nobles como la madera y el acero. Dispone de una decoración especial cuyo eje es el rock & pop y la música internacional, con paredes revestidas con impactantes imágenes que rinden tributo a los principales íconos de la música; y también con guitarras eléctricas y platillos en el techo de entrada y pared principal. Además, tiene toda la tecnología de avanzada para el audio y video del lugar.
Una terraza ideal para los días de calorcito con vista el río.
En cuanto a su cocina, se ofrece una cuidada carta menú, actualizada permanentemente con las últimas tendencias, y que incluye entradas, ensaladas, originales platos principales, comidas tex mex, hamburguesas y exquisitos postres. Algunas opciones: combo «American Mix» (mejillones gratinados, rabas, fried chicken y onion rings acompañada de cazuela con salsa BBQ, sour cream y gajitos de limón) o las «Mega Ribs» (costillar de cerdo al grill laqueado con salsa BBQ y acompañado de papas fritas caseras)
Y una extensa variedad de bebidas, hechas con las mejores marcas. Algunas casi son un postre como todas las realizadas con baileys con ingredientes como helado, chocolates y cookies.

La sucursal porteña del hermano provinciano del Hard Rock, tiene una estética y ambiente impecables, y una musicalización de la hostia.
Lamentablemente, que este en Puerto Madero significa que todo te lo cobran a un precio sarpadamente exagerado: el trago promedio te sale $ 100 (por suerte para el bolsillo hay 2×1 desde las 18 a las 21), y la verdad que no lo valen, ni por los ingredientes ni por la pericia de los barmans.

Impactante y excesivo, es un lugar que contrasta con el paisaje que Puerto Madero nos tiene acostumbrados. Todos alrededor parecían pasarlo bien, se escuchaban risas de fondo; se vivía un clima relajado.
Fui para un cumpleaños un viernes a la noche, éramos diez y no tardaron en conseguirnos una mesa. El lugar está decorado con guitarras y baterías en el techo y las paredes, dado que es de esos restó bar rocker. Tiene las luces tenues y al fondo, se despliega una barra grande. Todo es muy llamativo, onda «antro». Hay unos cuantos leds en donde constantemente pasan videoclips de canciones de rock legendarias y afortunadamente, a un volumen no tan alto, lo que no dificulta el diálogo.
Pasamos un buen rato y comimos bien. Se consume la típica comida yankeelandeada que se encuentra en los restaurantes de ese estilo, la cual no suele ser de mi agrado, pero que finalmente disfruté mucho.
Infaltables las Potatoes Skins con cheddar y bacon para la entrada. PD: Los platos son bastantes grandes, se pueden compartir

En 2012 conocí el pionero en córdoba, al entrar me toco una mesa con una pared de fondo que tenia a una Britney Spears gigante, listo, compraron mi corazón. Cuando me enteré que venia a puerto madero claramente pegué gritito en el cielo. Este es una versión más rockera! pero la banco igual.
En cuanto a estética no hay NADA que te puedas quejar, fui tanto de día (el menu ejecutivo no me pareció nada caro comparado con mi vida laboral en Palermo) como de noche.
Cosas a saber: el 2×1 de 17 a 21hs tiene la trampa de que tardan UNA VIDA en traer los pedidos.
Fuera del 2×1 un trago lindo y rico no baja de cien pe.
Si te gusta la cerveza y no tomas otra cosa no creo que sea tu lugar en puerto madero.
Los platos principales son caros, y si le sumas una entrada y un postre tenes que pensar en quinientos por cabeza.
De día: tranqui y familiar.
De noche: mucha pareja, mucho cumpleaños y música realmente FUERTE.
Y si, en el cumple de mi amiga el año pasado nos atendió la «moza testigo».
volvería? obvio! cobramos y vamos!

Este lugar es muy cosmopolita, ubicado cerca del río se destaca la onda Hard rock café, music y new York.
Comida abundante y a precios un poco relevados, pero se entiende por el lugar, la onda que ofrece, me gusta para aprovechar el happy hour y comer una picadita.
Tomamos un whisky príncipe, con pepino y mi novia tomó un trago con frutos rojos y vodka, muy buenos y 2×1.
Acompañados de una picada todo por $ 300.
El servicio es bueno aunque no es excelente, el lugar en si es superior destacando el diseño los baños mesas afuera con buena calefacción.
Un lugar para conocer y quizás volver con amigos. Muy buena energía, para volver.

My favorite restaurant at Buenos Aires. Very delicious food and good music (like live DJ house music). Modern styled ambience and young audience close by the harbour. Sometimes you have to wait for a seat but it pays.

Pedimos nachos y vinieron recalentados. Y el combo de altas de pollo y rabas sale $ 200. Me gustó el ambiente y la música pero bastante caro.

I am not sure when this bar opened. But it still feels very new. I was just showing a friend from our of town puerto madero and we saw that the outside packed for happy hour. The wait for a «seat» on the patio was 45 minutes! We would have missed happy hour by then. I asked about sitting at the bar inside. The hostess said it was available but then added not too nicely that we had to choose and if we sat by the bar we could not go out side. Besides that little bit of rudeness. I really liked the bar. The variety of choices of real mixed drinks was a welcome change. The food menu looked like a good mix of Argentine takes on American favorites. We didn’t eat this trip so I will update if I go back. Our bartender i think her name was Antonella was very nice and spoke my friend in english when he had a question. The last 30 minutes of happy hour was really hectic so it was hard to get out last order and our check to go.