Felicidad

Un típico domingo a la tarde fuimos a tomar una merienda a Felicidad.
Un muy coqueto lugar que, lamentablemente, se desborda los fines de semana y la atención deja mucho que desear.
Subimos a la planta alta, nos trajeron la carta y tuve que ir, 35 minutos después, a preguntar si nos iban a atender. Luego de pedir la merienda, se olvidaron de traerla. Otros 20 minutos más. Una vez que llegó la merienda (seguramente apuraron todo para que salga rápido) tuvimos que pedir que nos hagan de vuelta las tostadas francesas porque vinieron crudas.
No muy caro por ser de la zona pero una lastima todo.

Pedimos dos sándwiches de pollo que tardaron media hora en traer. La panera tenía un pelo. El sándwich, según aclaración de la moza, venía en pan de campo pero me lo trajeron en pan de hamburguesa porque «no les quedaba más». Las papas estaban heladas.
135 pesos la «hamburguesa» con un pedazo de pollo y papas Frías.

Caro, pero muy rico. La comida no es ni abundante ni poca, esta muy bien y tienen una limonada excelente. De entrada un dip de zanahoria riquisimo y un ambiente muy relajado en un lindo local.
Voy a volver.

Vine varias veces antes y siempre todo genial pero hoy (hora pico pero con mesas vacías) tardaron 40 minutos en traer dos meriendas. La moza nos pidió disculpas porque se había traspapelado la comanda en la cocina, cosa que se notó porque las tostadas francesas estaban doradas de un solo lado (el que se veía, por supuesto) pero del lado de abajo estaba totalmente crudas, ni un poquito doradas y se veía el pan mojado y babe. Una lástima que un lugar tan lindo derrape.

Pequeño lugar para almorzar liviano o tomar merienda. Tanto los sandwiches como los jugos, cafés y tartas son muy ricos. La decoración es agradable y si hay lindo clima, hay mesas en la vereda.

Excelente lugar !! El brunch del domingo es súper rico y todo lo que hacen vale la pena !! Anímense a probarlo !!

Fuí con un amigo sin saber qué esperar y me encontré con una muy buena ensalada caesar y una limonada exquisita. El menú ofrece opciones veggie y carnívoras por igual así que es un lugar copado para visitar con cualquier amigo.

Felicidad es uno de esos lugares chiquitos y súper lindos, relativamente escondido en una zona hermosa de la ciudad, Es ideal para el brunch de domingo, a lo que fui, salvo que a los sándwiches calientes (de los que tienen una buena variedad) sólo los hacen después de las 12, antes de esa hora hay que conformarse con un tostado de jamón y queso en pan árabe bastante mediocre. Eso sí, la limonada con menta es muy buena.
Por último, para pagar con tarjeta, por lo menos con débito, te exigen un mínimo de $ 100, cosa que no está aclarado en ningún lugar.

Fui a merendar el domingo. Los licuados son buenísimos. Pedí de mango, maracuyá y naranja y era muy rico. Mi novio pidió uno de banana con otras frutas que también estaba bueno.
El tostado que pedimos también muy rico, con pan casero.
Los precios son bastantes elevados, gastamos por dos licuados y un tostado $ 160. Pero quedamos satisfechos.
El lugar es lindo, tiene mesitas afuera y además cuenta con un salón muy grande, adentro y arriba.
Lo único que le criticaría es que tardaron bastante en atendernos, de hecho atendieron antes a unas chicas que llegaron mucho después y eso no me gustó.

Después de varias veces de ir a Felicidad llegue a la conclusión de que es mejor lugar para desayunar o tomar el té que para almorzar. Por la mañana y la tarde hay menús armados que incluyen distintas cosas (ej. Café con jugo y medialunas y tortas, etc) Es un lindo lugar para reunirse con amigas y compartir de todo un poco.
Con respecto a los almuerzos tengo entendido que el fuerte son las ensaladas, que son muy ricas pero la verdad un poco caras. Para el precio que tienen deberían agregarte mas cosas aparte de tantas hojas,(a veces te ponen poca palta o salmón si pedis ensaladas de ese tipo)

Fui con hambre pero no sabiendo que pedir ya que eran casi las 16hs y era un horario medio.
Así que me decidí por un Wraps se pollo, acompañado por papas bravas y ensalada, el cual era bastante abundante, delicioso y muy fresco, con gusto a punto.
Las mozas están atentas todo el tiempo a que pidas y casi se te ponen al lado, lo cual es algo incómodo pero llevadero.
Me sente en las mesas de afuera cerca de un árbol, pero salí corriendo por que no soportaba que las palomas vuelven tan bajo, me pase adentro y en ventana y habían moscas insoporables. No fue una buena experiencia en cuanto a ubicación, pero volvería ya que su comida me gusto mucho.
Podes abonar con tarjeta en un consumo mayor a 100 pesos.

Felicidad es un lugar que me gusta mucho para merendar.
Tienen mcuhas opciones de desayunos/​meriendas y las porciones son grandes. Quedas super satisfecho. Las tostadas son grandes e incluye un jugo de naranja exprimido.
Las french toast son riquísimas.
Algo que me encanta de este lugar es su decoración, que guarda mucho los detalles. Las tasas, las servilletas, la carta, etc todo hace referencia a la temática y nombre del lugar.
No tuve oportunidad de comer pero las pizarras de sugerencias me tientan.

Felicidad sigue siendo un lugar feliz.
Únicamente apto para mujeres y en contados casos sus amigos gays. Es bueno para merendar pero no para almorzar, el brunch esta ok pero no es de mis preferidos. En fin, es un lugar para venir a tomar el te con amigas, no hay mucha vuelta que darle. Para esto tiene todas a favor: el ambiente femenino, unos budines riquísimos, el de limón es lo mas, su famosa limonada con menta, todas las revistas de chismes casi superando la calidad de una peluquería chismosa.
Highlight: Tienen tes de Thealosophy

Este lugar es uno de los que mas elijo cdo me junto con amigas que viven cerca.
La decoración es divina, modera y amena.
Me encantan las mesas porque aon amplias, no de esas que si te traen el
sabes donde meter la bebida.
La carta es sana y tienen cosas riquísimas!
La chocotorta es imperdible.
Últimamente hemos dejado de ir por 2 razones, tardan muchísimo en atender y traer lo pedido y lo peor… si te sentas en las mesas de la vereda es muy probable que te visiten cucarachas ENORMES y voladoras que viven en el.árbol qie queda justo ahí.
La verdad es que después de pasar 3 veces por esa. experiencia, en distintos horarios, me d miedo pensar que x dentro también están.

Es la segunda vez que vengo, la primera vez fui con una amiga con intenciones de merendar y se nos hizo tarde y terminamos cenando, la segunda vez con mi novio con intenciones de desayunar pero terminamos almorzando. Por qué digo esto? porque felicidad es así, podes desayunar, merendar, almorzar o cenar y todo en un ambiente descontracturado .
La carta dá para todo eso, desde french toast, ensaladas, sándwiches de lomo, salmón, hamburguesa veggie, todos acompañados con papas rústicas y verdes con una salsita agridulce hasta platos como ravioles de calabaza!
En la primera oportunidad pedimos postre un Key lime Pie, rico es poco! No se la pierdan!
Para tomar, las dos veces pedimos jarra de limonada con jengibre y menta, rinde es rica y te saca la sed.
Sin duda tengo que volver para desayunar o merendar !

Teníamos pensado hacer una merienda tardía con mi amiga, pero nos demoramos más y llegamos a la noche, así que directamente nos pedimos algo para cenar.
El ambiente es muy agradable, a la hora que llegamos nosotras estaba todo muy tranqui. Nos hizo acordar a un barcito de NY por los platos y desayunos que servían, así que doblemente bueno. Nos sentamos en la planta baja y se podía ver cómo trabajaban en la cocina. Se nota que hay buena onda en el lugar.
Nos pedimos dos sandwiches que decidimos compartir: el de lomito con cebollas caramelizadas y el de salmón con hierbas. Los sandwiches podés pedirlos con papas o con ensalada de verdes. Los pedimos con papas (buenísimas, tipo rústicas) y venían con una pequeña ensaladita con una salsa agridulce genial, así que les recomiendo que siempre se los pidan con papas.
De postre nos pedimos un key lime pie que estaba genial. Vamos a volver una tarde por la carta de desayunos y meriendas, hay unas french toast que no quiero dejar de probar.
Aceptan tarjetas de crédito y débito.

Cuando abrió su estética llamó inmediatamente mi atención. Son esas confiterías que vienen abriendo hace un tiempo con un estilo muy cuidado. Se combina lo vintage con lo moderno y en la carta suelen resaltar los tés, las limonadas y la pastelería norteamericana. Sin embargo todo esto cruzado con nuestra ciudad así que las tostadas y las medialunas de jamón y queso no se hacen esperar. Y acá me quiero detener. Fui por primera vez a este lugar para encontrarme con una amiga con quien nos habíamos distanciado. Mientras esperaba nerviosa su llegada me pedí una medialuna de jamón y queso (no estaba ansiosa, no para nada) y fue la mejor compañía. Era enorme y sabrosa (pero cuidado que si queres un simple medialuna con j/​q este te cuesta 45 pesos). Fueron generosos tanto con el jamón como con el queso. Lo acompañé con un rico té de la marca de Tealosophy y agradecí que el jugo de naranja fuera natural.
El ambiente suele ser de gente joven, y muchas veces va gente con sus computadoras a trabajar. No es el mejor ambiente para concentrarse, pero sí es muy ameno, y el servicio es muy bueno.
No tuve oportunidad de probar las tortas pero la chocotorta se veía deliciosa.
Ojo: hay que tener cuidado con los batidos. Una vez una amiga con alergia a las bananas pidió uno con maracuyá, mango y durazno. Le habían puesto banana aunque no lo decía en el menú, supongo para rellenarlo.

Llama la atención desde el vamos, por el color de su fachada, sus dos pisos con ventanal arriba y la alegría que irradia. El concepto «felicidad» diría que esta bien trasmitido desde su decoración.
Pero desde el menú también. Debo reconocer que de todas las veces que fui, fueron pocas en las que mis expectativas no fueron cumplidas. La ensalada de frutas, que es optima para esas tardes infernales de Buenos Aires, es rica, pero escasa, con poca variedad de frutas y cara. Es mejor opción para un postre muy liviano. Las ensaladas y los sándwiches son mis preferidos, acá si no escatiman en porciones.
Todos los sándwiches salen con papas o verdes, yo siempre prefiero las papas pero acá son por demás ricas. Mis recomendados son el de salmón ahumado y el de pollo con cebollas caramelizadas. Yo le saco el bacon pero la mayonesa de albahaca con la que untan el pan realza perfectamente todo el sabor. De ensaladas, me quedo con la de pollo empanado en sésamo, y si estoy con mucho hambre en serio, la de pasta y salmón es una combinación estupenda.
Para la hora del desayuno y el té, hay opciones que ya vienen armadas y son convenientes por tamaño y precio. El jugo de naranja no es un exclusivo, viene en cada combo. Creo que la granola con yogurt, frutas y miel, hay que probarla y las tostadas si bien no son del otro mundo, tampoco son una tristeza. Personalmente no creo que sean precios amigables, pero son platos sabrosos y abundantes.

Como su nombre lo indica el bar Felicidad es un espacio de placer y lindas sonrisas. Su ambientación es cálida, es un gran cuadradito de amor y bienestar. Sentís que te reciben con un abrazo, por su trato y combinación de elementos hermosos.
Adorable lugarcito para merendar o almorzar. Podes elegir diversas variedades de sandwiches, desayunos y meriendas. Súper Power la propuesta de mix de café, jugo de naranja, huevos revueltos, bacon y pan tostado.
La calidad de los productos es evidente, los platos se elaboran con productos frescos. La dosis perfecta de sal y exquisitez se traducen en los Wraps (gigantes) que vienen acompañados por hojas verdes condimentadas con un aliño de mostaza gustosísimo, además de papas rústicas.
Muy rica la limonada, con una textura batida. Si tenes ganas de algo calentito y fuera de lo común, Felicidad propone un término novedoso: Tealosophy, basado en los más exéntricos tés que aromatizan tus sentidos,. Entre ellos, blend felicidad, indian market, english breakfast, apple calm. Mom s tea, Green geisha.
Por mi parte, recomiendo el indian market, sin dudas te trasladás a la India en pocos segundos gracias a sus ingredientes de canela, jengible, cardamomo con base de Assam (el assam se destaca por su buen cuerpo y su ominoso sabor con tintes dulces).

Felicidad es de esos lugares ideales para juntarte con amigas.
El ambiente y sus colores son cálidos, la deco simpática, es una mezcla entre shabby chic y bohemia.
En esta ocasión vine a tomar el te con una amiga. En la carta tienen un sector de Desayunos & Meriendas con algunos «combos» super completos. Todos traen infusión a eleccion y jugo de naranja (exprimido). Los precios son algo elevados pero las porciones son enormes.
Tanto el café con el te son servidos en esos tazones que parecen sacados del cristalero de nuestras abuelas.
Recomiendo las french toasts que vienen con canela y miel y los scons de queso.
Si pasaste un día de calor y queres algo muy rico y fresco no te podes perder la limonada con jengibre y menta. Podes pedir vaso o jarra. Es única.
Tienen buenas opciones para comer también, hay variedad de wraps, ensaladas, sandwiches.
Como detalle han estampado una carita sonriente en sus servilletas.
Sugiero ir con paciencia, la atención es buena pero tienen sus tiempos.