El Patio de Varela

Un clásico del barrio. Parrilla al paso, sin grandes pretensiones, llena de clientes frecuentes y grupos de amigos, bebidas grandes y una carta bastante accesible
Recomendable evitar fines de semana para que el servicio sea adecuado. Fundamental pegar buena onda con las chicas que atienden para que te recomienden que pedir cada día.
La calidad de la carne es irregular, pero en general es buena. El punto mas flojo es por lejos la higiene de la vajilla, mesas, y baños.

Caímos tarde una noche de sábado (tipo 23.30) y para nuestra sorpresa, había una mesa que justo se desocupaba así que nos la prepararon ENSEGUIDA para 5 comensales.
El fuerte de este lugar es la rapidez con que trabajan (característica nada despreciable cuando uno sale de hacer función y se quiere comer todo, como era nuestro caso).
La chica que nos atendió, super reconocible por su cabellera de color fucsia, está siempre dispuesta y es muy diligente con los pedidos.
Éramos 5 personas y pagamos a razón de $ 77 por cabeza (sí!), pidiendo una parrillada para 2 personas (morcillas, chorizos, chinchulines, asado con una salsita de morrones), que incluía papas fritas, más una ensalada completa, un vino Vasco Viejo, dos sodas y dos flanes gigantes uno con crema y otro con dulce de leche que estaban para chuparse los dedos. No salimos pipones, pero tampoco nos quedamos con hambre.
Quizás la ambientación no es súper, pero el ambiente relajado, la comida rica y los precios accesibles lo hacen un lugar para volver.